Los concejales Axier Jaka y Ricardo Burutaran han anunciado en una rueda de prensa que solicitarán la comparecencia urgente del alcalde, Eneko Goia, el comisario y el subcomisario de la Guardia Municipal, así como los técnicos de urbanismo que participaron ayer en el derribo del gaztetxe Kortxoenea.

Jaka ha asegurado que el equipo de Gobierno municipal (PNV-PSE) «sabía cuándo y cómo» se iba a llevar a cabo el desalojo que, según ha explicado, requiere de una autorización judicial ya que la ocupación del edificio era «permanente, pública y lícita» y «no había sido denunciada por el propietario».

Ha señalado que la operación fue también «irregular» desde el punto de vista administrativo porque «no se dio la orden de retirar los vehículos aparcados» en el solar del edificio, «no se avisó a los vecinos» de que se iba a proceder al derribo y el alumbrado de la calle Indianoenea seguía activado, «con el riesgo que esto supone para los trabajadores».

A su juicio, el Ayuntamiento actúo «en connivencia» con la constructora que ha llevado a cabo las obras de demolición y con «conocimiento de causa» de las «irregularidades» que cometía.

Los ediles de EH Bildu han denunciado que dos mandos de la Guardia Municipal avisaron el pasado lunes al equipo de Gobierno de que la actuación «era ilegal» y «por ello ningún agente de este cuerpo participó en el operativo que arrancó a las 8.00 horas de ayer».

Sin embargo, «el concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, firmó poco antes de esa hora la orden de autorización», han asegurado.

Jaka ha explicado que el desalojo no lo llevó a cabo la Guardia Municipal ni la Ertzaintza, «que acudió al lugar una hora y media después», sino «un grupo de personas no identificadas» que sacaron «a rastras» y con «barras de hierro» a las personas que pernoctaban en Kortxoenea.

Denuncia en las Juntas Generales

El grupo de EH Bildu en las Juntas Generales de Gipuzkoa ha mostrado su rechazo al derribo de Kortxoenea en el pleno que ha comenzado esta mañana, donde han exhibido carteles de denuncia.