El general retirado y negociador plenipotenciario del Gobierno colombiano Jorge Enrique Mora ha comparecido en La Habana junto con el resto del equipo para rechazar categóricamente las últimas propuestas de la delegación de paz de las FARC, que ha planteado la creación de «Territorios especiales de construcción de paz (Terrepaz)» y la disolución del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
«Las FARC deben tener absolutamente claro que el proceso que estamos adelantando no incluye reconvenciones, ni redefiniciones a la misión y presupuestos al tamaño de las Fuerzas Armadas, tampoco a su organización. Como equipo no lo vamos hacer y las instrucciones que hemos recibido del señor presidente han sido claras y precisas», ha remarcado.
Mora ha realizado una defensa vehemente de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional que, en sus palabras, «han garantizado la supervivencia del Estado cColombiano. Son esos hombres y mujeres quienes hasta con su vida han protegido a la sociedad y son los que por siempre están y estarán en la mente y corazón de nuestro pueblo».
Solo tras la firma del Acuerdo Final y la dejación de las armas ha contemplado la posibilidad de cambiar la actual doctrina en materia de seguridad. «Al final del proceso con la firma del mismo, las FARC reintegradas a la sociedad dentro de la legalidad sin armas y habiendo abandonado su famosa doctrina de todas las formas de lucha, el Gobierno y las propias instituciones en su autonomía harán los cambios pertinentes en el momento adecuado», ha subrayado.
Sobre la propuesta de crear territorios especiales para la paz, Mora ha remarcado que estos solo «existen en el imaginario de las FARC. Dividirnos, imposible. Esta misión no la hemos recibido y no es parte ni remotamente de nuestro comportamiento. En la Mesa nos encontramos en la búsqueda para llegar a unos acuerdos y poner fin a un conflicto armado interno. Pero una cosa es la ilegalidad, es la violencia, la amenaza. Y otra muy distinta es el Estado, la sociedad, la legitimidad. Son estos conceptos en los cuales nos movemos para recibir a las FARC desmovilizados, desarmados y reintegrados a la sociedad», añadió.
El delegado de la guerrilla Ricardo Téllez pidió la desmilitarización de estos territorios como «condición básica de seguridad» y «el reconocimiento de su capacidad de autorregulación no armada y de naturaleza comunitaria, a través de planes y medidas construidas en forma concertada con la organización política surgida del paso a la actividad política abierta».