Tras la negativa de la CUP a investir a Artur Mas, por el momento todo parece indicar que el Parlament quedará disuelto automáticamente el domingo 10 de enero, cuando vence el plazo para llegar a un acuerdo, y la única potestad que le queda al presidente es fijar la fecha de los comicios, que por ley tienen que ser entre 40 y 60 días tras la disolución de la Cámara.
CDC ha explicado este lunes que el acuerdo con la CUP ya es muy complicado, pero ha evitado confirmar la convocatoria electoral, recordando que es una potestad del presidente y que es él quien debe hacerlo. «Hablará de elecciones», es lo único que ha precisado el coordinador general de CDC, Josep Rull.
El partido del president ha afirmado que en ningún caso se plantea cambiar a Mas por otro candidato, de ahí que no se espere otra decisión del president en funciones que no sea la de certificar que es imposible empezar la legislatura pese a que hay una mayoría absoluta independentista de 72 diputados.
En su comparecencia Mas también debe confirmar su disposición para volver a ser candidato y si apuesta por reeditar la coalición soberanista JxSí, algo que su partido, CDC, ve con muy buenos ojos, y que ERC de momento evita responder.
En una entrevista radiofónica en diciembre, expuso que su intención era presentarse si había comicios en marzo: «Si hay elecciones el mes de marzo me presentaré, pero no creo que lleguemos», expuso entonces, pero finalmente está a punto de llegar.
Además, JxSí celebrará este martes una reunión en el Parlament antes de la comparecencia de Mas, que también servirá para analizar el «No» de la formación asamblearia.