La directiva, que lleva un año en el club, ha denunciado estas supuestas irregularidades en el juzgado de guardia de Iruñea, según ha anunciado el presidente Luis Sabalza en una rueda de prensa junto al abogado del club, Miguel Ezcurdia, e Iñaki Larrañeta, autor de la auditoría.
De estos 15,9 millones de euros, 10,2 millones corresponden a «pagos con destino desconocido bien por transferencias o en efectivo» que podrían suponer un delito de apropiación indebida y 5,7 millones a «pagos a sociedades pantalla» que se han estimado que pudieron ser utilizadas para abonar menos impuestos.
Algunos de los anteriores gestores y empleados del club ya se encuentran investigados desde el pasado año por el Juzgado de Instrucción número 2 de Iruñea por presuntas irregularidades, incluidos supuestos amaños de partidos del final de la temporada 2013/14.
El abogado del club ha explicado que la denuncia presentada hoy no se suma, en principio, al denominado «caso Osasuna», ya que son nuevos hechos, diferentes, que para no perjudicar a la causa actual se ha presentado en el juzgado de guardia.
Esta nueva denuncia, que abarca los periodos presidenciales de Patxi Izco (2002/12) y Miguel Archanco (2012/14), llega tras la entrega ayer del informe de auditoría de gestión encargado por el club como una de las condiciones de la Ley Foral de 2014 de la reestructuración de la deuda tributaria de Osasuna.
El informe, de 110 páginas tras 2.000 horas de trabajo, considera que en el periodo investigado, desde 2004, los anteriores gestores presentaron unos resultados positivos de 17 millones de euros, cuando la realidad contable era de 44 millones en negativo, es decir una diferencia de 30 millones de euros.
La auditoría refleja una posible deuda pendiente y no prescrita con la Hacienda foral de 6 millones de euros, como consecuencia de estas irregularidades, aunque el club entiende que la Ley Foral de 2014 es «de punto final».
El informe de gestión trata de analizar la contabilidad del club y otra documentación administrativa para buscar evidencias de «posibles malas prácticas que pudieron explicar el grado de endeudamiento», así como determinar «posibles irregularidades».
La conclusión del auditor, que ha indicado que algunas prácticas eran un «poco chapuceras», es que se llevó «una contabilidad creativa, muy subjetiva» que pretendía «presentar unas cuentas positivas» de un «club saneado».
Sabalza, que ha indicado que la próxima semana se presentará el plan de viabilidad, ha afirmado sentirse «muy dolido» porque el «nombre y el sentimiento de Osasuna vuelven a estar en la picota y en los juzgados».