El juzgado de instrucción número 4 de Bilbo ha sido el encargado de la causa en la que se encuentran imputados el expresidente de Kutxabank, Mario Fernández, el exdelegado del Gobierno y dirigente del PSE Mikel Cabieces y el abogado Rafa Alcorta, tras la denuncia interpuesta por la fiscalía sobre los pagos supuestamente irregulares, por importe de 243.592 euros, realizados por el banco a Cabieces. El despacho de Rafael Alcorta, que asesora a la entidad bancaria, es a través del cual se realizaron las retribuciones.

La magistrada entiende que el importe de las percepciones recibidas por Cabieces «no guarda proporción con el valor de la actividad desarrollada» por éste.

El auto señala que se pagó a Cabieces una cantidad equivalente a cuatro mensualidades más 900 euros, durante un periodo en el que «no se desarrolló ningún servicio» para la entidad), facturándose bajo un concepto «falso, pues el indicado no respondía a un servicio o prestación que se considerara adicional».

La juez entiende que puede hablarse «indiciariamente de la existencia de un perjuicio directo para la entidad y un correlativo beneficio para un tercero, concurriendo también la disposición fraudulenta de bienes de la sociedad y el abuso de las funciones del cargo, elementos necesarios para poder considerar la existencia de un delito de administración desleal».

Comunicado de Mario Fernández

Mario Fernández ha emitido un escueto comunicado de cinco puntos en el que asevera que no ha recibido «notificación alguna por parte del Juzgado» y que desconoce «el supuesto auto», del que se ha enterado a través de los medios de comunicación.

«Tan pronto como me sea notificado el auto, lo analizaré con todo detalle y tomaré cuantas medidas estén en mi mano para defender mi honor», afirma el que fuera presidente de Kutxabank, quien insiste en que llevó a cabo su gestión con «integridad y honestidad».