Entre un 10% y un 15%, dependiendo de las ordenanzas fiscales de cada ayuntamiento. Es lo que subirán las tasas por la recogida de basuras en los municipios de la mancomunidad de Debabarrena, en Gipuzkoa.
Su presidente, Arcadio Benítez (PSE), ha culpado de esta subida a «la paralización de las obras del Centro de Gestión de Residuos de Zubieta, que incluye la planta de valorización energética», léase incineradora.
Concretamente, el concejal eibartarra ha hablado de las indemnizaciones a los adjudicatarios para que renunciasen al contrato y el pago de los intereses de los swaps «de un crédito que no se ha utilizado». Tanto la adjudicación del proyecto como la financiación se firmaron poco antes de las elecciones municipales y forales de 2011. «El panorama se agrava porque los gastos incurridos no han servido para realizar las inversiones previstas», ha añadido.
Benítez ha indicado que la factura para la Mancomunidad se incrementa en más de 800.000 euros, y que además de la subida de las tasas se reducirán las subvenciones otorgadas a la recogida selectiva de materia orgánica. A pesar de ello, ha explicado que «si aumenta la recogida del bioresiduo, mejorará el reciclaje y el impacto de la subida será menor, por lo que es importante que toda la ciudadanía participe».
Hace casi tres años, el presidente de Debabarrena ya subrayaba que «el ciudadano es quien tiene que poner de su parte para separar los residuos y no llegar a ese punto en el que se le imponga qué días y a qué horas tiene que sacar la basura». Pese a que los avances no han sido todo lo satisfactorios que cabía esperar, la nota no dice nada sobre la posibilidad de implementar sistemas que incrementan exponencialmente la recogida de orgánico y permitirían reducir la factura.