El magistrado ha dictado un auto después de que el hijo del expresidente de Catalunya no aportara «el más leve indicio que justificara la preparación, realización o seguimiento» de trabajos de asesoramiento y al haber indicios de que intervino en «operaciones comerciales ilógicas» y ha utilizado entramados societarios internacionales diseñados para el blanqueo de capitales en el extranjero, que ha podido repatriar con ayuda de testaferros.
En cuanto al legado de su abuelo Florenci, el juez afirma que «una vez más» tampoco ha aportado elemento alguno «por mínimo que sea» que permita contrastar que su fortuna procede de esta herencia, una versión que choca con la información aportada por Andorra.
«Faltando claramente a la verdad en sus declaraciones en sede judicial, donde negó tener cuentas en varios lugares que la documentación ha demostrado que sí tenía, realizó una clara operación de blanqueo con la finalidad de alzar bienes con alcance de la Justicia», dice el auto.
El magistrado ha atendido las medidas cautelares solicitadas por los fiscales Anticorrupción Fernando Bermejo y Belén Suárez tras la declaración del primogénito de los Pujol en calidad de investigado –la denominación legal que sustituye al término imputado– por delitos de delitos de blanqueo, fraude fiscal y falsedad documental.