Anoeta, con una entrada de las que ya casi no se recordaban –más de 27.000 personas–, se disponía a asistir a una nueva proeza de los suyos. La Real ha comenzado dispuesta a presionar la salida del balón del Barça y ha tenido premio antes de los cinco minutos, cuando Oyarzabal ha cabeceado de manera espectacular un centro de Xabi Prieto.
Pero restaba un mundo. Los visitantes, como era de esperar, se han adueñado del esférico. La Real se ha atrincherado atrás con dos líneas muy juntas dispuesta a aguantar el asedio y fiando sus opciones de ataque sobre todo a la velocidad de Vela y Oyarzabal.
Ha tardado más de media hora el Barça en crear su primera ocasión, cuando Rulli ha detenido un disparo de Arda Turan tras una buena combinación. La Real cruzaba la línea del medio campo a cuentagotas, pero tampoco daba sensación de estar pasándolo excesivamente mal ante un rival que se empeñaba en entrar por un centro hiperpoblado.
De hecho, hasta el descanso la mejor ocasión ha sido realista, con una contra conducida magistralmente por Zurutuza –qué clase tiene y cuánto aporta en todos los aspectos– que ha asistido a De la Bella. El lateral zurdo ha recortado para buscar el disparo con la diestra al palo largo, pero el balón se ha topado con un defensa.
Resumen del partido
En la reanudación, Luis Enrique ha comenzado a deshacer sus rotaciones en el centro del campo y ha dado entrada a Iniesta por Rafinha. El jinete pálido ha sacado su tiralíneas, dispuesto a buscar las costuras en la zaga local. La sensación de peligro ganaba enteros y Rulli tenía que mandar a corner un disparo del manchego.
El técnico culé ha quitado a Arda Turan, que tenía una amarilla, ha metido a Jordi Alba en el lateral izquierdo y ha ubicado a Sergi Roberto en el puesto del turco. Restaba media hora y las murallas donostiarras seguían aguantando pese al intento de Neymar en un libre directo que se iba por poco.
Tampoco ha acertado Messi, o más bien sí lo ha hecho Rulli para salvar la ocasión de su compatriota. Para entonces Rakitic había entrado por Sergi Roberto, mientras que Eusebio metía a Zaldua por Elustondo, piernas frescas para tapar las continuas llegadas de Alba por ese costado.
En el 79, Anoeta se ha puesto en pie para despedir a un excelso Zuru, que ha cedido su lugar a Rubén Pardo. Y a falta de cuatro minutos ha coreado «Mikel, Mikel» cuando Eusebio ha retirado a un fundido Oyarzabal por Héctor Hernández.
Tocaba aguantar el último arreón, con Piqué ya a la desesperada como delantero centro, como antiguamente Alexanco. Ni por esas, los donostiarras se han mantenido en pie y han sabido conservar su botín ante una parroquia entregada. Sevilla, Barcelona, que no pare la fiesta.