Un nutrido grupo de vecinos de Burlata han comparecido este jueves frente al mural contra la tortura de esa localidad navarra, después de que ocho vecinos fueran arrestados acusados de «injurias» a la Guardia Civil por haber participado en su elaboración.
Entre los asistentes han estado algunas de las más de 20 personas que en las últimas décadas han sido víctimas de la tortura.
En primer lugar, han calificado de «atropello inaceptable» el arresto de ocho personas por haber pintado un mural en contra de la tortura.
Han explicado que sus denuncias en sede judicial «nunca han sido investigadas y que, en su gran mayoría fueron directamente archivadas». «Nadie ha asumido responsabilidades por lo que hicieron: ni los policías ejecutores, ni los jueces y políticos que lo ordenaron y ampararon», han añadido.
En este sentido, han remarcado la importancia de que «todo lo sucedido salga a la luz» y se reconozca y se aclare «quiénes fueron los responsables directos», así como la «garantía de que no volverá a pasar».
Por último, han animado a «todo el mundo» a que, «más allá de su ideología», se sume a la reivindicación contra la tortura y, además, acuda a la manifestación convocada por Aztnugal, que partirá a el sábado a las 13.00 horas desde la plaza del Ayuntamiento de Burlata.