No hay margen para un último acuerdo. Compromís ha jugado al efectismo por la mañana y ha lanzado una propuesta de 30 puntos que, rápidamente, ha sido recogida por el PSOE para plantear un gobierno liderado por Pedro Sánchez con ministros independientes. Tan rápido ha comparecido Antonio Hernando que no puede haber otra explicación que la «performance» estuviese ya pactada.
Quien no ha entrado al juego ha sido Albert Rivera. «Una propuesta de tres páginas para gobernar durante cuatro años entre seis partidos», la ha descalificado el líder de Ciudadanos. Sin su apoyo, Sánchez no puede plantearle a Felipe de Borbón, jefe del Estado, que tiene los avales. A no ser que gire a la izquierda, algo que ya se ha descartado ya que Hernando mantiene la validez del pacto con Ciudadanos.
Como ha sido habitual en estos cuatro meses, los discursos de Ciudadanos y PSOE estaban separados por un abismo pero ambos insistían en estar juntos. Por la mañana, Hernando ha remarcado que habían hablado con sus socios naranjas y que «valorarían» el plan de 30 propuestas, de las que Ferraz consideraba aceptar 27. Parece ser que los socios no se habían entendido bien, porque Rivera ha eludido hasta valorar el documento. «Sobran todos los comentarios», ha afirmado, dando por hecho que el 2 de mayo se disolverán las Cortes y el 26 de junio habrá nueva cita con las urnas.
El líder de Ciudadanos, pese a desmentir a su socio Antonio Hernando, ha puesto en valor el pacto con el PSOE. Además, ha insistido en que su único objetivo era evitar la entrada de Podemos en el Gobierno español o el apoyo de los partidos independentistas. La maniobra puede ser aprovechada por Pablo Iglesias, que es el siguiente en comparecer. El PSOE quería aprovechar la última propuesta de Joan Baldoví para poner al partido morado entre la espada y la pared. Sin embargo, el hecho de que Rivera haya descartado ya cualquier opción de gobierno corta el intento de Ferraz de imponer su relato.