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Madrid

Pedro Sánchez: «Estamos abocados a nuevas elecciones»

«Estamos abocados a nuevas elecciones». Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, certifica que habrá cita con las urnas el 26 de junio. En una comparecencia celebrada en el Congreso español tras mantener una reunión con Felipe de Borbón, ha asumido que solo tiene 131 escaños (su partido, Ciudadanos y Coalición Canaria) por lo que tendrán que repetirse los comicios

Pedro Sánchez, durante su comparecencia. (Pierre-Philippe MARCOU/AFP)
Pedro Sánchez, durante su comparecencia. (Pierre-Philippe MARCOU/AFP)

«Estamos abocados a nuevas elecciones». Pedro Sánchez, líder del PSOE, ha certificado lo que todo el mundo daba por hecho: habrá cita con las urnas el próximo 26 de junio. Tras su reunión con Felipe de Borbón, jefe del Estado español, ha admitido que no tiene más que 131 escaños (su partido, Ciudadanos y Coalición Canaria) y que no puede someterse a una nueva investidura. Convencido de que habrá segunda vuelta, ha convertido su comparecencia en su primer acto de campaña. Ha culpado a Podemos y le ha acusado de negarse a hacer, abonándose a la teoría de la «pinza» entre Mariano Rajoy, presidente en funciones, y Pablo Iglesias. 

Aprovechando la propuesta «in extremis» de Joan Baldoví (Compromís), Sánchez ha señalado al partido morado como culpable. «Hemos visto que el señor Iglesias ha cerrado la puerta y ha echado el candado a esa contrapropuesta que hemos ofrecido», ha afirmado. Paradójicamente, ha asegurado que tanto Baldoví como Mónica Oltra, vicepresidenta del País Valencià, habían valorado positivamente la contrapropuesta del PSOE con Sánchez de presidente e independientes como ministro. Un relato que no concuerda con la realidad, ya que ambos líderes valencianos habían criticado al PSOE a lo largo de la jornada. 

«Hemos acordado 200 medidas con Rivera, aceptamos 18 de las 20 que planteó Pablo Iglesias, hoy 27 de las 30 que ha propuesto Compromís», ha afirmado Sánchez, quien ha considerado que «el cambio se aplaza dos meses». Además, ha rechazado la idea de que fuese el Comité Federal de diciembre de 2015 el que vetase la posibilidad de cambio, pese a que marcó líneas rojas que excluían la opción de un acuerdo de izquierdas con Podemos apoyado por PNV e independentistas catalanes.