El acto ha sido organizado por la asociación Txinparta y ha coincidido con el 78 aniversario de la fuga que el 22 de mayo de 1938 protagonizaron cerca de 800 reclusos de este presidio franquista, muchos de los cuales fueron acribillados durante su huida.
El acto ha comenzado con un recibimiendo a familiares de prisioneros que estuvieron en Ezkaba, junto a los que se han depositado varias decenas de botellas con mensajes, en alusión al ‘cementerio de las botellas’.
«Los recuerdos se apilan en estas botellas. Al final del acto, que cada uno recoja otra que no sea la suya, para que la memoria siga su curso», han explicado los organizadores. En nombre de la asociación Txinparta, Víctor Oroz ha explicado que «este sencillo pero sentido homenaje» va dirigido a los más de 6.000 presos que pasaron por el penal de Ezkaba entre 1934 y 1945, de los que unos 800 resultaron muertos, y ha recordado que ahora se cumplen 82 años de la primera vez que fue usado como «cárcel masiva».
Tras reconocer que se ha avanzado mucho en la recuperación de la memoria histórica y agradecer la ayuda de las actuales instituciones navarras en esta labor, Oroz ha señalado que todavía falta localizar a familiares de las víctimas, recuperar restos de presos y convertir el fuerte de Ezkaba en un lugar referencial para la memoria histórica.
El acto ha tenido momentos de gran emotividad, sobre todo cuando han tomado la palabra familiares de prisioneros que pasaron por este presidio, situado a casi 900 metros de altitud.