Hamskik, la estrella eslovaca, no ha defraudado y ha conducido a su equipo hacia la victoria con una actuación destacada en colaboración con la timorata defensa rusa. Él y Weiis, con un par de zarpazos en la primera parte, han abierto el camino hacia los tres puntos que necesitaba Eslovaquia con urgencia.

La derrota ante Gales por 2-1 en la primera jornada obligaba a los hombres de Jan Kozác a ir a por la victoria. No podían especular y por eso su entrenador ha hecho tres cambios con la mirada puesta en el ataque.

De su primera alineación han desaparecido el lateral izquierdo Svento y ha regresado el lesionado Tomas Hubocan, mientras que Patrik Hrosovsky y Michal Duris han dejado su sitio a Viktor Pecovsky y Juraj Duda, respectivamente. Kózac presentaba un perfil más ofensivo que en su estreno y su equipo lo ha notado.

Más confianza ha tenido en sus hombres Leonid Slutski, que ha alineado a los once jugadores que empataron en el último instante frente a Inglaterra. Sin embargo, no le ha salido muy bien la jugada. Casi todos han saltado al césped despistados y con aparentes pocas ganas de luchar por el triunfo.

Por primera vez, en un partido con Rusia implicada, se hablaba de fútbol. La amenaza de la UEFA de expulsar a la selección de Slutski en el caso de que se repitieran los incidentes que protagonizaron sus aficionados ante Inglaterra parece que ha hecho efecto.

Con la grada en calma, Eslovaquia ha sido el equipo que se ha dedicado a hacer fútbol. Salvo un disparo de Fedor Smolov que ha salido rozando un poste de la portería defendida por Kocacik, el resto de ocasiones las ha puesto sobre la mesa el cuadro centroeuropeo.

Después de dos disparos de Hamsik y de Durica, Weiss, en el minuto 33, ha aprovechado un magnífico pase de Hamsik para marcar el primer tanto. Aleksei Berezutsky y Georgi Schennikov han llegado muy tarde, se han tirado al suelo muy pronto y Weiss ha marcado el primero sin casi oposición.

Con Rusia grogui y esperando el descanso para arreglar sus problemas, casi al final del acto inicial ha aparecido Hamsik para marcar el 2-0, un golazo, con un disparo lejano que ha rebotado en un poste y se ha metido dentro de la portería rival. Junto al de Luka Modric y al de Dimitri Payet, de los mejores tantos de la Eurocopa.

Una vez más, Eslovaquia ha marcado ante la pasividad defensiva del equipo de Slutski, que en la reanudación ha hecho dos cambios para intentar una reacción de su equipo. Pavel Mamaev y Denis Glushakov han sustituido a Aleksandr Golovin y Roman Neustädter, respectivamente.

Los cambios han surtido algo de efecto y Rusia ha conseguido retener el balón durante casi todo el segundo tiempo, pero lo ha hecho sin ideas ante un equipo que poco a poco se ha ido desgastando más físicamente.

Eslovaquia ha aguantado el marcador casi sin problemas hasta el minuto 81, cuando Glushakov ha recortado distancias con un cabezazo desde dentro del área eslovaca. Sin embargo, los últimos intentos rusos no han surtido efecto y Eslovaquia, con tres puntos, se ha colocado en buena posición para alcanzar los octavos de final.

Ante Inglaterra se jugará muchas de sus opciones, pero más complicado lo tendrá Rusia. Con esta derrota, afrontará la última jornada con un solo punto y pie y medio fuera de la competición. Hamsik, con una asistencia milimétrica y un golazo, amargó la existencia al equipo de Slutski.