UPV-EHU

«La música y el cine forman un todo desde hace mucho tiempo»

Jorge Oter, investigador audiovisual, realiza un primer recorrido por los comienzos de las relaciones entre la música y el cine

Jorge Oter durante su presentación.
Jorge Oter durante su presentación.

La música en el cine ha tenido diferentes usos a lo largo de los años; generalmente se ha utilizado para ambientar la historia, pero también para crear determinadas sensaciones en el espectador. Junto al grupo de investigación MAC (Mutaciones del Audiovisual Contemporáneo) de la UPV/EHU, el licenciado en comunicación audiovisual Jorge Oter desvela los entresijos de la historia de la música y su recorrido dentro del cine. «La música forma parte de este espectáculo desde hace mucho tiempo- cuenta Oter- el cine en sus primeros años era considerado como una barraca de feria».

Desde su creación a manos de los hermanos Lumière, en 1895, hasta el largometraje ‘The Jazz Singer’ (El cantor de Jazz), el cine había sido mudo o no sincrónico; es decir, un pianista ambientaba con su música la película que en ese momento se proyectaba, «logrando así ligar con la música las escenas», explica Oter. Además de dar sentido y ambiente los films, los músicos también procuraban tapar el ruido que hacía el proyector y el que generaban los propios espectadores: «Era el comentarista y el encargado de los efectos sonoros».

En Japón la figura del músico era muy apreciada, ya que podían llegar a cambiar el sentido de la película. «Ayudaban a comprender el mundo del cine durante esos años,- explica Oter- la música embellecía el arte cinematográfico». Hasta 1910, los músicos podían crear su propia música para ambientar las películas, pero a partir de ese año «se establecieron una serie de convenciones» de mano de las productoras que presentaban sus «propuestas musicales» para cada escena.

Durante los años veinte surgen numerosos experimentos para unir la imagen filmada y el sonido en directo. Con el Phonofilm, un sistema que logró imprimir la banda de sonido y grabarlo en la película, logró lanzar el cine al mundo sonoro; «se logró incorporar un sonido sincronizado a la imagen». Gracias a este nuevo sistema la Warner creó ‘El Cantor de Jazz’, el cual dió comienzo con el cine sonoro y proporcionó a la productora su éxito; «a partir de ese momento comienza todo, el cine hablado, el cine musical...»

Sonido electrónico

El Theremin, un instrumento electrónico «que se toca sin tocarlo directamente», abrió las puertas a la entrada de la electrónica al sonido del cine. Este instrumento se hizo conocido gracias a la película ‘Recuerda’ del director Alfred Hitchcock, «al crear un significado a los problemas psicológicos del protagonista del film», comenta Oter. Este instrumento acerca el cine a la ciencia ficción, «a lo alienígena, gracias a su sonido asociado culturalmente a este tipo de films». El largometraje ‘Bells of Atlantis’, de Ian Hugo, ya en el año 1952, tenía una banda sonora que estuvo a cargo de dos experimentadores sonoros, la pareja Bebe y Louis Barron,«que experimentaban con sonidos y el cine.- señala Oter- Encontraron su obra magna en la creación de la película ‘Planeta Prohibido’, la primera película con un acompañamiento musical creado enteramente de la electrónica». Este tipo de música fue cobrando importancia y en los años setenta se convirtió en un sistema sonoro muy recurrido, «como se puede apreciar en ‘La Naranja Mecánica’ de Stanley Kubrick», finaliza Oter.