Unidos Podemos ha ganado las elecciones en la CAV y en cada una de sus circunscripciones electorales. En 2008 el PSOE ganó las elecciones en la CAV y en cada una de sus circunscripciones electorales, y lo hizo además una ventaja mucho más apabullante que la que la coalición morada logró sobre los jeltzales este pasado domingo. Y en unos pocos meses, en las autonómicas de 2009, el PSE bajó de aquellos 430.690 votos de Zapatero a los 318.112 de Patxi López, y el PNV subió de 306.128 de las generales a los 399.600 de la última cita de Juan José Ibarretxe. Solo la ilegalización de la izquierda abertzale, y el pacto que prometió que no haría, llevaron a López a Ajuria Enea. En las siguientes autonómicas el PSE perdió un tercio de sus votos y aún no lo ha recuperado.

El electorado se ha venido comportando de forma diferente según las elecciones a las que se enfrentaba. Las autonómicas son ya las únicas sobre las que no hay referencia de Unidos Podemos. Pero las incógnitas sobre cómo llegará la coalición de Pablo Iglesias a esa liza son mayores que el mero cambio de institución a elegir.

En primer lugar no está decidido que Podemos y Ezker Anitza vuelvan a coaligarse. Ayer Pablo Echenique lo dio por hecho, pero en su entrevista en GARA Eduardo Maura puso en cuarentena esta posibilidad y que sea lo más efectivo para confrontar con el PNV. Pero además está la evidencia de que, aunque en la CAV la suma se ha producido, en conjunto la coalición ha hecho que Podemos perdiera más votos de los que ha sumado. Esto hace que la formación de Pablo Iglesias, pese a ser la vencedora en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, ya no vaya a verse como «caballo ganador» en otoño. Y eso si los malos resultados del domingo y el camino que puedan tomar las negociaciones de investidura no se traducen en desavenencias internas en Podemos y en sus confluencias. Además, el envoltorio mediático de las elecciones al Parlamento de Gasteiz no va a ser el que se exporta desde Madrid en las generales y eso tendrá también sus consecuencias.

Estos elementos están en los análisis que ya realizan PNV y EH Bildu, los partidos que se presentan como mayoritarios en las autonómicas. La coalición de izquierda ha sufrido otro tropezón en lo que esperaba fuera un repunte, pero está preparando con tiempo esas elecciones que para EH Bildu y para el PNV son las determinantes.