Como logros de este primer año, Asiron ha destacado que su equipo ha sido capaz de aprobar unos presupuestos, la plantilla orgánica y una oferta pública de empleo. También se han reducido los puestos de libre designación un 29,5%, con un ahorro de 600.000 euros. Una serie de políticas sustentadas en seis ejes: transparencia, participación, políticas sociales, capacidad de consenso, capacidad de gestión y revitaliazación de los barrios».

A pesar de ello, también ha hecho autocrítica al destacar que «hemos cometido errorres». Al respecto, ha añadido que «nos ha podido faltar sosiego y pedagogía, y hay cosas que si estuviéramos ante una segunda oportunidad, las gestionaríamos de otra manera», como en el caso del cambio de la nombre de la Plaza Conde de Rodezno o la gestión de la parcela de Santa María la Real.

El alcalde ha destacado que el Consistorio ha aprobado «una herramienta normativa cada 52 días, ha puesto en marcha un proyecto cada diez días y ha cumplido un compromiso del acuerdo programático cada ocho días».

Sin embargo, ha añadido que no se «conforma con gestionar sin más la ciudad. Queremos repensarla y posicionarla como un referente en lo que a movilidad, cultura y convivencia se refiere». Para ello, ya se está elaborando un Plan Estratégico de Ciudad que estaría listo para octubre.

De cara al futuro, ha señalado que «quedan muchísimas cosas por hacer, tenemos ganas, ambición e ilusion para sacar adelante todos los proyectos que son de todos. Hace un año adquirí el compromiso de trabajar por una ciudad más abierta, amable, solidaria y respetuosa, y este equipo de Gobierno no va a cejar en la búsqueda de esa ciudad mejor bajo un paradigma irrenunciable, el de que somos un Gobierno plural para una ciudad plural y diversa».