Urmeneta señala que, con la decisión adoptada por el Juzgado, se deja «al acaudalado gnomo vía libre para copiar a sus anchas a los dibujantes. A los artistas se les prohíbe ‘autocopiarse’, pero a Kukuxumusu se le permite copiar a los artistas».

El artista recuerda que «menos mal que esto es recurrible y por lógica y dignidad, así se hará, pero viendo lo visto... quién sabe, quién sabe. Igual volvemos a topar con la injusticia». A pesar de ello, recuerda que «el genial Ibáñez se tiró dos años peleando con los exprime talentos de Bruguera y los tribunales, y al final, como no podía ser de otra manera, le devolvieron a sus hijos Mortadelo y Filemón».

A continuación, carga contra Bermejo a través de una serie de preguntas. En concreto, señala «¿qué se puede esperar de un individuo que, además de ser un anti sanferminero, haciendo gala de una falta de respeto total, copia el Guiri Day inventado por Urmeneta, haciendo un flaco favor a la comunidad extranjera y creando una confusión y un frentismo innecesario entre ellos, haciendo un feo tremendo al grandísimo Jim Hollander y poniendo de cabeza de turco al incauto Tim Pinks. ¡Eso es amar a la comunidad guiri! ¿Qué se puede esperar de un individuo al que se le dedicó una web llamada ‘Afectados por Ricardo Bermejo’. ¿A un individuo acusado de plagio por un logo hecho para Caja Navarra, su fuente de enriquecimiento?».

Urmeneta añade que este caso es «el poder contra la imaginación. El dinero contra la fantasía. Este hombre, este pobre pequeño rico, no sabe que la imaginación no se puede comprar. Ganará unas sentencias, perderá otras, y sobre todo vivirá infeliz y vacío siempre, viendo cómo se destruye la creatividad por intentar hacerse con ella». Y concluye que «el problema de este tipo de personajes es que el servilismo les ha hecho ricos y con cierto poder, ya que los favores se cobran».