El ayuntamiento ejercerá la acusación popular contra los cinco presuntos agresores de una joven de 19 años la primera noche de sanfermines. El suceso ha puesto en pie de guerra a toda la ciudad, que el mismo 7 de julio se manifestó en masa en la Plaza del Ayuntamiento reclamando que ninguna agresión quede sin respuesta. Ahora, el Ayuntamiento toma las riendas y ha decidido que uno de sus abogados se presente en el caso y ejerza la acusación popular, sumándose así al fiscal y al abogado que, previsiblemente, actuará como representación particular de la agredida.
La decisión se ha tomado de forma consecuente con las iniciativas en favor de una Iruñea libre de agresiones sexistas. El Ayuntamiento ha manifestado que su intención es que en la ciudad haya una «tolerancia cero» ante este tipo de agresiones. «El Ayuntamiento seguirá poniendo en marcha todos los recursos con los que cuenta para evitar estas agresiones y, en el caso de que se produzcan, para garantizar el acompañamiento social para las víctimas, la atención que sea necesaria y el asesoramiento legal», han subrayado en una nota.
Antes de tomar esta decisión, el alcalde se ha reunido con los seis agentes que han participado en el caso, tres de Policía Municipal y tres de Policía Foral. Les ha felicitado y ha escuchado su versión, tras lo cual la tesis de que la ciudad tenía que intervenir se ha reforzado. Con todo, el asunto se ha llevado a la Junta de Gobierno (en la que están presentes las cuatro fuerzas del cambio: EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi e Izquierda-Ezkerra) y la decisión se ha adoptado por unanimidad.
Asimismo, una acción de estas características tendría el precedente del caso de Nagore Laffage, que fue asesinada por un conocido hace ocho años también la primera noche de sanfermines. No obstante, la decisión sí que supone un paso adelante el el castigo a las agresiones sexuales en la capital navarra, dado que nunca antes se había ejercido la acusación popular tras una denuncia por agresión.