Una victoria que ha vuelto a evidenciar el excelente estado de forma en el que ha llegado a la cita olímpica, tras imponerse en un final de los 100 espalda en la que a priori partía como favorita la australiana Emily Seebohm.
La australiana, que ya decepcionó en la semifinales al firmar unos discreto 59.32, muy lejos de los 58.73 que ella misma posee como mejor registro del curso, no ha sido nunca rival de la nadadora magiar.
Todo lo contrario que la joven estadounidense Kathleen Baker, que ya accedió a la final con el mejor tiempo de todas las participantes y que ha peleado con la húngara hasta los metros finales. Una pugna que finalmente se ha resuelto a favor de Hosszu, tras aventajar en 30 centésimas a Baker.
Tampoco ha fallado el chino Yung Sang, que como Hosszu acumula ya dos medallas en Río, eso sí una de plata, la lograda el pasado sábado en los 400 libre, tras imponerse en la final de los 200 libre.
Lo ha hecho con un tiempo de 1:44.65 por delante del sudafricano Chad Le Clos, plata, y el estadounidense Connor Dwyer, bronce.
Por su parte, Ryan Murphy ha prolongado la hegemonía estadounidense en los 100 espalda, una prueba en la que los norteamericanos se ha alzado con el oro en las últimas cinco citas olímpicas, tras imponerse con un tiempo de 51.97, nuevo récord olímpico.
Murphy, que ha pasado los primeros 50 metros en cuarta posición, ha hecho valer su mayor velocidad en el último largo al chino Jiayu Xu, plata, y a su compatriota David Plummer, que ha arrebatado el bronce en los últimos metros al vigente campeón mundial, el australiano Mitch Larkin.
Igualmente ha dfecorado su medalla de oro con un nuevo récord olímpico la joven estadounidense Lilly King, que se impuso ha impuesto la final de los 100 braza con una marca de 1:04.93.
Un tiempo que sirvió a King para derrotar a la rusa Yuliya Efimova, de nuevo abucheada por el público por su supuesta implicación en el dopaje y que , mientras que el bronce ha sido para la también estadounidense Katie Meili. Página especial de NAIZ.