La piragüista guipuzcoana Maialen Chorraut oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 en la prueba de K-1 slalom de aguas bravas ha afirmado que «tener un plan y lograrlo», como ha supuesto esta ocasión, te hace «alcanzar una paz interna que te hace sentir plena».

Chorraut ha comparecido «plenamente satisfecha» en rueda de prensa en San Sebastián tras su paso por Río, acompañada de su entrenador y esposo, Xabier Etzaniz. Posteriormente, ha sido homenajeada en la capital guipuzcoana en un acto organizado por el club Atlético San Sebastián, en el que comenzó su vida como deportista profesional, se ha mostrado «plenamente satisfecha».

En la comparecencia han tomado parte también la consejera de Educación y Cultura del Gobierno Vasco y presidenta de Basque Team, Cristina Uriarte, y la coordinadora de Basque Team, Fundación Euskadi Kirola, Olatz Legarza.

La deportista guipuzcoana ha señalado que durante el último año cada día desayunaba con una taza de Río para «que ni un día se me pasara el objetivo» de ganar ese oro. «Tener un plan y lograrlo es alcanzar una paz interna que te hace sentir plena», ha confesado.

Chorraut ha explicado que cuando vio las imágenes de su final en los Juegos Olímpicos de Río, algo que no suele hacer, «me gustó más de lo que sentí cuando bajaba», porque la impresión en el momento del descenso era «que no estaba siendo muy rápida, porque había errores».

Además, la deportista ha agradecido la respuesta que ha tenido de la gente, algo que le ha parecido «impresionante». «El calor que he sentido es algo que me abruma un poco», ha señalado.

A preguntas sobre cómo ha llevado la conciliación de la vida familiar y profesional tras ser madre de Ane, que con tres años ha podido ver a su madre ganar un oro olímpico, Chorraut ha reconocido que «no ha sido fácil».

«Hasta este año no me he llegado a sentir fuerte de verdad», ha explicado, para añadir que ha sido un proceso que le ha «llenado mucho como persona» y destacar que «es muy difícil conciliar la vida laboral y familiar» con las políticas sociales actuales.

Sobre el futuro ha apuntado que su cabeza «ya anda maquinando», puesto que «este nuevo ciclo olímpico es bonito», con el horizonte puesto en el Campeonato del mundo de piragüismo eslalon de Pau (Francia) en 2017, el de Río en 2018 y el de Seu d'Urgell en 2019, así como los Juegos Olímpicos de Tokyo.

Sobre el día de su final en Río ha explicado que «siempre» duda mucho hasta que tiene que competir, que es cuando se enfoca y se siente «segura». Además, ha apuntado que en su momento comprobó que el tiempo que había realizado en la prueba «era un tiempo de oro», aunque todavía no sabía «a ciencia cierta» si había logrado la medalla. «Estaba contenta, sabía que lo había dado todo y que lo había hecho bien», ha apuntado.

Chorraut, que ha defendido la puesta en marcha de un canal de aguas bravas en Euskal Herria, ha señalado que se lleva «muchos momentos mágicos» de estos Juegos Olímpicos, como la foto de todas las competidoras femeninas al inicio de Río 2016, que son «una familia»; hacer «mal la clasificatoria y sacar luego la bajada adelante», un «momento de seguridad que hace unos años no hubiera tenido», o tener a su hija tocando el agua del canal tras la final.

Ha agradecido a todos los que han hecho posible este oro, porque «detrás de esta medalla hay mucha gente», entre ellos su familia, y ha lamentado la muerte en Río, tras sufrir un accidente el taxi en el que viajaba, del entrenador alemán de canotaje Stefan Henze, «la nota negativa» de estos Juegos Olímpicos, en un Brasil en el que «la vida no es fácil».

Homenaje popular en La Concha

Tras la comparecencia ante la prensa, Maialen Chourraut ha recibido esta tarde un homenaje popular en la playa de La Concha, donde fue aclamada por un buen número de seguidores y recibida por representantes de las instituciones vascas.

Varios jóvenes palistas del club en el que se inició y consolidó como remera, el Atlético San Sebastián, le recibieron en el arenal de La Concha haciendo un pasillo con los remos alzados y luego, desde una plataforma elevada, la medallista olímpica agradeció emocionada el recibimiento y atención con la que le obsequiaron.

Su marido, el seleccionador Etxaniz, se mostró más locuaz y explicó que el éxito de su mujer se ha basado en «la perseverancia», un valor que se inculca, dijo, «desde pequeños a todos los que se acercan a aprender este deporte» en esta asociación deportiva.