Amalur ARTOLA
DONOSTIA
Elkarrizketa
MIKEL RUEDA
DIRECTOR

«Es una pena que los cortos no tengan la misma visibilidad que los largos»

Los compañeros de viajes que hallamos a lo largo de nuestra vida son el leit motiv de «Caminan», cortometraje de Mikel Rueda (Bilbo, 1980) que compite en Zabaltegi y que nace con la pretensión de convertirse en su tercer largo. Rueda presenta también «Quinta planta», dentro de Zinemira.

«Caminan» forma parte de una película coral impulsada por Zinebi. ¿Cuál es el propósito del proyecto?

Zinebi quería hacer una peli conjunta con directores bilbaínos. A mí cuando me lo propusieron estaba preparando el que va a ser mi siguiente largometraje, y me propuse hacer una prueba de lo que quiero hacer en largo. Entonces, básicamente, “Caminan” es como un teaser que a la vez funciona como un corto individual de la película que estoy preparando. Por eso está teniendo su recorrido individual, porque aparte de formar parte de un largo con diferentes cortometrajes, es un ser en sí mismo.

Uno de los propósitos del proyecto es poner en valor el cortometraje. ¿Considera que es un formato infravalorado?

La industria en general lo tiene un poco olvidado. En los últimos años el cortometraje está dando muy buenos resultados, en festivales internacionales tienen casi más repercusión que los largos, pero existen problemas para su exhibición porque nos limitamos a verlos en festivales o circuitos muy cerrados. Al gran público no le llegan, y es una pena que no se haga como antaño: me acuerdo que en el cine antes de la peli se ponía un corto, y eso se ha perdido. Los cortos son historias cortas, no es un formato en sí mismo, puedes hacer cortos y largos, cada historia tiene su metraje. Yo me siento cómodo haciendo ambas. Es una pena que los largos tengan una visibilidad que los cortos no llegan a tener.

¿Qué nos plantea «Caminan»?

Habla de dos personajes generacionalmente muy dispares, una mujer de 45 y un chaval de 15-16 años, que en un momento de búsqueda personal se encuentran y ven que buscan lo mismo. Hablo de cómo hacer el camino intentando buscar aliados o gente que te acompañe, aunque a veces ese compañero sea muy diferente a lo que tú pensabas.

Ha rodado en Zorrotzaurre. ¿Por qué opto por este espacio?

Como hice en “A escondidas”, me gusta enseñar un Bilbo diferente al que se suele enseñar, ese Bilbo que todavía no ha sido transformado, que no se ha convertido en el Gran Bilbao que conoce todo el mundo. Bilbo sigue manteniendo esa esencia romántica de la era industrial, que no era tan gris como la gente pensaba y que creo que tiene rincones muy bonitos y cinematográficos.

Ha rodado con Maribel Verdú y Germán Alcarazu.

Sí, tenía claro que quería rodar con los dos. Con Germán ya trabajé en “A escondidas”, y con Maribel tenía ganas de trabajar. Es una actriz experimentadísima, de muchísima calidad, y él un chaval buenísimo pero que acaba de empezar, y no sabía muy bien cómo iba a funcionar el dúo, sobre todo en una historia en la que los dos tienen el mismo peso. Hablé con Maribel, y se lanzó sin pensárselo. Germán igual. Y la química surgió: a Germán parecía que no le impresionaba tener delante a Maribel, y a Maribel no le importaba tener delante a un chaval que no había hecho casi nada. El resultado está muy bien, estoy muy contento, porque la idea es que luego podamos hacer el largometraje. El ver que funciona me da fuerzas para seguir con este trabajo.

¿Cómo fue la grabación?

De rodaje fueron dos días, porque ese era el tiempo que nos daban a cada director. Zorrotzaurre es un lugar muy tranquilo, elegimos unas fábricas abandonadas y no hubo grandes problemas, como mucho algún ruido de la ría o de alguna industria cercana. Es un lugar abandonado, tranquilo, alejado de la ciudad, y fue un rodaje bastante tranquilo.

«Caminan» estará dentro de Zabaltegi-Tabakalera, que pasa a ser una sección competitiva.

Es la primera vez que un corto está seleccionado en Zabaltegi a competición. Es de agradecer que los cortometrajes puedan competir con los largometrajes, es una cosa rara y curiosa pero a la vez bonita. Que el cortometraje que, como he dicho, pretende ser un largo pueda estar a competición en Zabaltegi es toda una ventana de exhibición para poder mostrar el trabajo que hemos hecho y qué es lo que queremos hacer con el largometraje. Es una gozada poder estar ahí.

¿En que fase está el proyecto del largometraje?

Pues en la más dura, la de la financiación. El guion está escrito y tenemos un teaser, que es el corto, que servirá para mostrar lo que queremos hacer. Esperemos que estar en Donostia nos de el empujón para poder llevarlo adelante el año que viene.