Miren SÁENZ
DONOSTIA

McGregor se arriesga en su ópera prima con el Pulitzer de Philip Roth

Ewan McGregor se estrena en la dirección con «American Pastoral», adaptación de la primera novela de la trilogía americana del escritor Philip Roth. El escocés es además el protagonista principal de este drama familiar, ambientado en los 60, con el trasfondo de la guerra de Vietnam. Le acompañan en el reparto Jennifer Connelly, como su esposa, y Dakota Fanning en el papel de hija. El actor admitió que le ha pesado la responsabilidad por el doble trabajo.

Ewan McGregor, el más joven en recibir el Premio Donostia en 2012, regresó al Kursaal para debutar como director en “American Pastoral”, película con la que concursa en la Sección Oficial por la Concha de Oro.

El escocés se pone detrás, pero también delante de la cámara, para contarnos una historia ambientada en los años 60 y ya conocida puesto que está basada en la novela del mismo título de Philip Roth con la que el escritor estadounidense ganó el Premio Pulitzer en 1998.

McGregor compareció en la sala de prensa acompañado de la actriz Jennifer Connelly, su esposa en la ficción, y de una amplia sonrisa: «Gracias por haberme invitado de nuevo, es excelente estar de vuelta», señaló a modo de bienvenida.

En “American Pastoral” encarna a Seymour Levov, alias el Sueco, un destacado atleta local en el instituto, hijo del dueño de una fábrica de g&discReturn;uantes de piel, y casado con Dawn, una antigua Miss Nueva Jersey. Poco después nacerá Merry, una niña tartamuda, que cuando crece (Dakota Fanning) se posiciona en contra de la guerra de Vietnam y empieza a tomar partido. Desde ese momento la familia no volverá a ser la misma, con el Sueco buscando a su hija perdida.

Tanto McGregor como Connelly se remitieron a sus experiencias personales para intentar explicar su percepción. «Soy padre de cuatros hijas, la mayor tiene 20 años, va a la universidad y vivimos en esa costa de América. Roth no tiene hijos, pero yo sí he experimentado ese tipo de relación. Además si conozco gente que ha perdido una hija». Mientras, la ganadora del Óscar por “Una mente maravillosa” termina por renegar de Merry porque la situación le destroza mentalmente y tiene que volver a empezar para poder sobrevivir: «Me ha intrigado el personaje de Dawn y su lucha como madre, porque tengo tres hijos que para mí son un tesoro». McGregor, que llevaba tres años soñando con ser el Sueco, se encontró después con la ración doble de director, un apartado en el que recordó al trío de realizadores que le han influido y de los que ha aprendido «muchísimo», como son Woody Allen, Danny Boyle y Polanski.

«Quería que se hiciera la película, cuando me dijeron que iba a dirigirla no me sentí demasiado confuso. Era una cosa maravillosa», contó, para añadir más adelante que «lo bueno de dirigir es que trabajas con el equipo y puedes decir cómo se hacen las cosas». Pese a reconocerse «muy satisfecho con la interacción» admite que asumiendo la realización aumenta la responsabilidad. «He llevado un peso enorme porque me puse la mochila hace 16 ó 17 meses, así que para volver a hacerlo y dedicarle tanto tiempo tendría que amar mucho la historia».

El visto bueno del escritor

Entre los aspectos tranquilizadores destacó la nota que le envió Roth tras ver el film hace dos semanas, diciéndole que le había gustado. Respecto a las críticas no piensa leerlas, le duele cuando le ponen mal.

Tiene otros proyectos solo como actor. Vuelve el Mark Renton de “Trainspotting”, y McGregor se ha pasado de mayo a agosto en Edimburgo, rodando la secuela que calcula se estrenará a principios de año. «Era como volver a casa, desde la primera escena me sentí fantástico con ellos. Danny Boyle saca lo mejor de mí como actor».

La proyección matinal se vio interrumpida unos minutos cuando una espectadora se sintió indispuesta y fue evacuada en camilla por la DYA.