La trifulca del viernes por la noche junto al bar Koxka de Altsasu ha llegado a las más altas instancias del Gobierno español y de la Guardia Civil, hasta el punto de que el propio Mariano Rajoy difundió ayer un tuit con el siguiente mensaje: «Un abrazo y todo nuestro ánimo a la @guardiacivil de Alsasua tras la brutal agresión sufrida por dos de sus miembros. No habrá impunidad. MR».
Uno de estos miembros, con grado de teniente, fue operado de una lesión en el tobillo y ayer permanecía en el Hospital de Nafarroa, donde fue visitado por el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, el teniente general Cándido Cardiel y el coronel jefe Javier Hernández.
De Mesa aseguró que los agentes fueron «agredidos ignominiosamente en una encerrona de cincuenta personas que los apalearon», y añadió que el citado teniente «participó en las labores de rescate de expresos de ETA que solicitaron el pasado mes de marzo ayuda del instituto armado cuando quedaron atrapados por una nevada» (al salir de una sidrería en Beruete).
Esta última afirmación no se corresponde con la realidad, tal como quedó acreditado en su día. En cuanto a la trifulca del bar, la versión oficial es rechazada por los vecinos de Altsasu, muchos de los cuales se concentraron el sábado para exigir la libertad de los dos jóvenes detenidos. Según informó ayer la Policía Foral, se trata de A.V.C. y J.V.C., ambos de 22 años, pero se da la circunstancia de que el primero de ellos ni siquiera estaba en el lugar de los hechos cuando se produjo la trifulca.
Las mismas fuentes señalaron que uno de los jóvenes podría ser imputado por «lesiones» y el otro por «atentado», pero a la hora de redactar esta información la Policía Foral no había recibido denuncia de los hechos por parte de la Guardia Civil.
Ambos jóvenes serán puestos hoy por la mañana a disposición judicial.
La versión oficial también ha sido cuestionada por Sortu, que recuerda que «proviene de fuentes exclusivas de la Guardia Civil y de la Delegación del Gobierno».
En este sentido, denuncia que, «sin que haya todavía informes ni denuncias públicas, se esté construyendo un relato oficial de los hechos supuestamente acaecidos sobre la única base de lo difundido por la Guardia Civil, y que vienen a contradecir lo narrado por diversas fuentes» de Altsasu.
«Crispación y provocación»
Además de exigir la libertad de los dos jóvenes detenidos, Sortu denunció la actuación de la Guardia Civil en esta localidad a raíz de dicha trifulca, «que no ha hecho sino incrementar la crispación y la provocación en las calles de Altsasu, mediante controles y una presencia más que asfixiante para los ciudadanos de la localidad».
Tras recordar que los propios vecinos han mostrado durante años «su hartazgo por la presencia y las prácticas de la Guardia Civil», Sortu reafirmó su voluntad de «avanzar hacia la paz y la convivencia en Euskal Herria, en la que hechos como los ocurridos en Altsasu no sucedan nunca más».
Para ello, ve necesario «dar pasos en la consecución definitiva de la paz y la resolución de las consecuencias latentes del conflicto político, lo que implica que se produzca una desmilitarización en Euskal Herria».