«Se lo llevaron entre cinco, sujetado de pies y manos»
Pese a que la primera autopsia descartó signos de violencia en el cuerpo del hombre muerto el martes en la comisaría de la Policía española, testigos presenciales de la detención confirmaron a GARA que el arresto se produjo tras un duro enfrentamiento entre el detenido y la Policía.
«Le venían persiguiendo desde antes, se paró aquí mismo, les tiró la moto y empezaron el forcejeo». Una testigo directo de la detención del hombre muerto el martes bajo custodia policial en la comisaría de la Policía Nacional española narra así a GARA lo sucedido ese mismo día hacia las 14.00 a la altura del número 76 de la avenida Marcelo Zelaieta, en el barrio pamplonés de Arrotxapea, justo al lado de una parada de villavesa.
«Tenía una fuerza terrible y estaba alteradísimo, los dos policías no podían con él –relata–, cayeron al suelo, el walkie también rodó, no podían ni pedir refuerzos; fue una vecina la que llamó». Concretamente, esta testigo asegura que vio cómo el hombre (cuya identidad sigue sin conocerse pese saberse que se trata de un senegalés de 42 años) daba un fuerte cabezazo a uno de los agentes y mordía en el brazo al otro. Sin embargo, esta testigo niega haber visto ni oído nada relacionado con una transacción de estupefacientes que, según publicaron ayer medios navarros, fue el motivo de la detención.
El dependiente de un comercio cercano rubrica el relato, añadiendo que «mucha gente se acercó para ver qué ocurría». «Fue un espectáculo, estuvieron un buen rato hasta que llegaron refuerzos y pudieron detenerlo», añade. Un tercer testigo explica que salió de su comercio cuando ya habían llegado los refuerzos: «Como mínimo, ví dos coches de policías de paisano, dos furgonetas de los nacionales y dos o tres coches de la Policía Municipal». «Para entonces había muchísima gente alrededor del follón, yo apenas alcancé a ver cómo tenían al hombre en el suelo entre cuatro o cinco policías y cómo se lo llevaron ya esposado, sujetándole los pies y las manos», apunta este tercer testigo, que concluye su relato señalando que «lo levantaron a pulso, como un saco, y lo metieron en uno de los coches de los agentes de paisano».
«Qué ocurrió a partir de ahí solo lo saben los que estuvieron con él», añade. En efecto, la única certeza es que poco después el hombre murió estando bajo custodia policial.