Mariano Rajoy dejará de estar en funciones y volverá a ser investido presidente esta tarde. Finalmente, diez meses de bloqueo político se acaban con la abstención del PSOE, que en un giro histórico permitirá que el inquilino de la Moncloa siga mandando. A cambio, Ferraz lo único que ha conseguido es una fractura interna de proporciones bíblicas. De hecho, conocido el resultado de la votación, lo verdaderamente relevante es saber cuántas deserciones se contarán en las filas del PSOE y qué hará la Gestora que lidera Javier Fernández para mantener su autoridad.
Por el momento se sabe que los siete diputados del PSC mantendrán el «no» en bloque a pesar de la decisión del Comité Federal. Les siguen, al menos, Margarita Robles, Zaida Cantera (dos independientes), Odón Elorza y Susana Sumelzo. Aunque el gran interrogante está en saber qué hará Pedro Sánchez, ex secretario general del PSOE ahora relegado a la tercera fila de la bancada. Comparece hoy antes de la votación. Lo cierto es que no lo tiene fácil el antiguo líder de Ferraz. Cualquier decisión tiene sus inconvenientes, especialmente si, como parece, no da la batalla interna por perdida y espera presentarse a las primarias para recuperar el puesto.
Si sigue la disciplina del grupo y se abstiene dará la sensación de que se ha rendido ante los muñidores del golpe de Estado de hace tres semanas. Si vota «no» quedaría como un héroe ante las bases, pero su legitimidad de cara a llegar nuevamente a la secretaría general podría estar tocada. Es decir, ¿cómo va a imponer disciplina un jefe que desobedeció al Comité Federal? Otra alternativa que se ha escuchado en los últimos días es que dimita para no apoyar a Rajoy o que no aparezca por el Congreso. Por el momento, Sánchez no ha dado pistas. El jueves solo dijo que «el sábado será otro día». Sea lo que sea, mañana está anunciada una entrevista con Jordi Évole en La Sexta. Será entonces, ya con la incógnita de qué hacer desvelada, cuando el antiguo secretario general del PSOE explique sus planes.
Quinielas en el Gobierno
Cuando se confirme la abstención de Ferraz y Rajoy sea investido comienza el proceso de formación de Gobierno. Todo apunta a que el inquilino de la Moncloa quiere que sea lo más rápido posible, por lo que para el martes, que es festivo, el jefe del Ejecutivo ya habrá tomado posesión y se conocerán los nombres de los nuevos ministros. En principio Rajoy podría tomar posesión mañana mismo y el lunes lo haría su Gabinete.
Las quinielas ya están en marcha. En primer lugar, Rajoy tiene que sustituir a los ministros que dimitieron durante el período en funciones: Juan Manuel Soria, de Industria, por sus mentiras sobre sus fondos en paraísos fiscales; y Alfonso Alonso, que se fue a la CAV a encabezar la lista del PP. También se especula con la posibilidad de que sean relevados José Manuel García Margallo, de Exteriores; y Jorge Fernández Díaz, en Interior.
El baile de nombres ha provocado movimientos en Génova. Una de las que más suena es María Dolores de Cospedal, a quien ya mencionó Esperanza Aguirre recientemente. Rajoy no es hombre de sorpresas, así que no parece que vaya a provocar un cisma en el Ejecutivo. .
Presión mediática y blindaje ante el «Rodea el Congreso»
La manifestación convocada por la Coordinadora 25S para las 18.00 horas de hoy está centrando la atención mediática. En los últimos días se ha extendido la idea, alimentada por cabeceras afines al PSOE, de que Unidos Podemos está detrás de la protesta. Cierto es que Pablo Iglesias y otros miembros del partido morado han saludado la movilización y podrían participar en ella, pero siempre han recordado que es la sociedad civil la que tiene que tomar la delantera. Ubicado Iglesias como líder de la oposición, a PP, PSOE y Ciudadanos les interesa situarle en términos de «desorden» y violencia frente a los partidos de «estabilidad».
No parece casualidad la atención mediática que está recibiendo la convocatoria, que ayer obtuvo el permiso de la delegación del Gobierno de Madrid. De hecho, la representante del Ejecutivo español en la Comunidad aseguró ayer que los convocantes «trabajan para Podemos», algo que la formación ha desmentido. El cartel de la convocatoria –cuyo lema es «Ante el golpe de la mafia, democracia. No a la investidura ilegítima»– es un dibujo de Rajoy, junto a la presidenta andaluza, Susana Díaz, y el expresidente del Gobierno Felipe González, cada uno de ellos empuñando un arma.
Está previsto que se despliegue a más de un millar de policías, que blindarán nuevamente el Congreso español. Se volverá a ver la imagen de la Cámara Baja rodeada por vallas.A.P.