El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, solicitó ayer al jefe negociador con las FARC, Humberto de la Calle, y al Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, que vuelvan a Colombia para que le informen de las reuniones que durante una semana han mantenido con las FARC en La Habana en una especie de cónclave para analizar las 500 propuestas planteadas por sectores que votaron «no» en el plebiscito del 2 de octubre.

«Ya todo está sobre la mesa. Todo está dicho y todo está discutido. Es cuestión de buena voluntad y tomar decisiones. Esto se puede lograr en días», afirmó Santos. Hoy a la mañana tiene previsto reunirse de nuevo con representantes del Centro Democrático de Álvaro Uribe.

«El tiempo apremia porque el cese al fuego que pactamos es frágil –vence el próximo 31 de diciembre, aunque este plazo es prorrogable–. ¡Necesitamos un nuevo acuerdo ya!», exclamó.

En una entrevista con la agencia Efe, Santos incidió en que su «propósito y objetivo es tener un nuevo acuerdo de paz antes de fin de año y mucho antes de terminar el año». No obstante, evitó hablar de fechas concretas porque «poner fechas fatales siempre es contraproducente».

Aseguró que «nunca» pensó que podría perder el plebiscito. «Lo confieso, nunca supuse que íbamos a tener el resultado que tuvimos». No obstante, agregó que «creo que haber perdido por tan pequeño margen fue mejor que haber ganado, porque si hubiésemos ganado por un margen pequeño este país estaría en llamas. En cambio, ahora tenemos la gran oportunidad de tener un mejor acuerdo y tener un país más unido». Pese al revés sufrido, no descartó volver a recurrir a esta vía como mecanismo de refrendación. «Es una de las alternativas que tengo a mi disposición. Estamos elaborando un nuevo acuerdo y cuando lo tengamos tengo varias opciones (...) Pero yo pienso que debo optar por el camino que menos divida al país (...) Cuando tengamos los nuevos acuerdos, dependiendo de la amplitud del consenso vamos a determinar qué camino tomamos», sostuvo el presidente.

Sobre la mesa con el ELN

Sobre el retraso en la instalación de la mesa de conversaciones con el ELN, prevista para el jueves en Quito, dijo que «hubo un traspiés» porque «no se cumplió con la liberación de unos secuestrados. Espero que muy pronto se dé. Tengo toda la voluntad y la mejor intención para avanzar con el ELN».

Santos evitó poner plazos a la duración de la mesa. «Prefiero no dar ni siquiera una expectativa de tiempos, por supuesto a todos nos conviene que se dé el acuerdo lo más pronto posible. ¿Cuánto es pronto?, me queda difícil decirlo».

En cuanto al perfil de ambas negociaciones, señaló que son «dos estilos diferentes. Por ejemplo, en el caso de las FARC tenemos un equipo negociador muy preciso. En este caso, vamos a hacer un esquema completamente diferentes, va a haber una masa crítica de negociadores, que el jefe negociador irá escogiendo de acuerdo a los temas, a las circunstancias; no vamos a tener como en La Habana a todo el mundo todo el tiempo, sino los que están preparados y son los apropiados para ciertos temas estarán en el momento en que ese tema se discuta», explicó.

Las discusiones en La Habana se reanudarán el 3 de noviembre

Desde La Habana, las delegaciones de paz de las FARC-EP y del Gobierno emitieron ayer un comunicado conjunto, el tercero desde el plebiscito, en el que ratifican el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una paz Estable y Duradera firmado el 26 de setiembre en Cartagena de Indias, aunque, subrayan, están discutiendo y analizando «con todo cuidado» las propuestas de «ajustes y precisiones al Acuerdo Final que diferentes sectores han puesto en consideración de las delegaciones».

Las sesiones de trabajo conjuntas se reanudarán el próximo día 3 de noviembre –fecha en la que también debería de arrancar el primer ciclo de conversaciones con en el ELN– con el fin de lograr «de manera rápida y eficaz con nuevo acuerdo definitivo. Registramos de manera positiva que esta situación es posible gracias a que por primera vez en nuestra historia reciente, la paz es núcleo esencial de la reflexión ciudadana, dejando atrás la guerra», resaltan.

Respecto a la mesa con el ELN, aún ayer no había una nueva fecha después de que su instalación se retrasara a la espera de que se concretase la liberación del excongresista Odín Sánchez.

El jefe de la delegación de paz del ELN, Pablo Beltrán, expresó su desacuerdo con la decisión de Santos de suspender el acto previsto para el jueves, si bien, remarcó que cumplirán lo acordado porque «no somos unos faltones».GARA