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Bilbo

Un testigo dice que «el ser o no ser» de Karrantzako Minda estaba en las ayudas públicas

El exdirectivo empresarial Mikel Aingeru Ibarrondo, representante en su día de Ade Biotec, la empresa encargada de la construcción de la fallida planta de purines en Karrantza (Bizkaia), ha afirmado que «el ser o no ser» del proyecto radicaba en la recepción de subvenciones para su desarrollo.

Una de las sesiones del juicio por la quiebra de Karrantzako Minda. (Aritz LOIOLA / ARGAZKI PRESS)
Una de las sesiones del juicio por la quiebra de Karrantzako Minda. (Aritz LOIOLA / ARGAZKI PRESS)

Ibarrondo ha declarado como testigo en la sexta jornada del juicio que acoge el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbo sobre la quiebra de la sociedad constituida hace una década para promover la fallida planta, Karrantzako Minda, y las supuestas irregularidades en la gestión de unos 10 millones de euros de ayudas públicas destinadas al proyecto inconcluso, cuyas obras quedaron paradas en septiembre de 2010.

Su testimonio se ha producido después de que médicos forenses hayan examinado al testigo, que ha dicho padecer parkinson, para determinar su capacidad para declarar. Tras constatar los especialistas que sufre sordera y dificultades en el habla, se ha decidido iniciar la declaración sin público en la sala de vistas para que pudiera hacerlo con tranquilidad.

Antes, la abogada del Estado Macarena Olona, quien el pasado viernes entregó en persona la citación judicial al testigo tras días sin poder encontrarle, había mostrado su extrañeza porque, según ha afirmado, cuando localizó a Ibarrondo su estado era «muy diferente» al que hoy presentaba.

Según ha dicho, le localizó en el monte Igeldo de Donostia en compañía de Felipe Mendibil, exasesor técnico de la quebrada Karrantzako Minda.

La abogada del Estado ha pedido por ello que se investigue un presunto delito de obstrucción a la Justicia, a lo que la jueza de lo Mercantil Olga Ahedo ha replicado que tales manifestaciones eran más propias de una denuncia ante un Juzgado de Instrucción, dada la posibilidad de tratarse de un delito.

En una declaración en ocasiones confusa, en la que el testigo ha afirmado a veces no recordar detalles, encontrarse cansado o estar «totalmente en blanco», Ibarrondo ha declarado que para el desarrollo de proyecto de la planta que iba a tratar los excrementos del ganado en Karrantza «había un acuerdo a nivel político» para subvencionar, según el cual se recibía «no sé si eran 7, 14 o 17 o 21 millones. Ahí estaba el ser o no ser de la historia».

Ha indicado que ese acuerdo lo hizo el director de Innovación del Departamento de Agricultura del Ejecutivo dirigido entonces por Juan José Ibarretxe, Martín Ascacibar, y «casi seguro el consejero» del momento, que era el también jeltzale Gonzalo Sáenz de Samaniego. Ha señalado que en torno al proyecto se fueron creando una serie de sociedades «atendiendo a necesidades operativas».

El testigo ha explicado que en su momento acudió al Gobierno autonómico como representante de Ade Biotec para «tratar de vender» un modelo técnico de tratamiento de residuos y que para ello se reunió con Ascacibar. Según ha afirmado, el modelo «gustó no sólo a Ascacibar, sino al propio consejero».

En su declaración, Ibarrondo ha indicado que para una planta como la proyectada, un presupuesto de 20 millones de euros es «calderilla», y ha relatado que cuando se dio un cambio en el Gobierno de Lakua, con la entrada del PSE, se generó «una situación nueva y lo que iba a ser, no fue. Es un tema político, sobre todo».