La aprobación de los presupuestos con una amplia mayoría por la Junta Directiva que preside Josu Urrutia deja en evidencia la placentera realidad de la que disfruta el Athletic en los últimos años. Los buenos resultados deportivos han llegado acompañados de una gestión económica avalada por los números. El balance es satisfactorio en ambos aspectos.

La única pega sería discutir sobre las formas y actitud que Urrutia y su Junta mantienen con respecto a los medios de comunicación y a la masa social, ya que se muestran a la defensiva cuando no deberían tener reparos en abrirse y compartir ideas con las aficionadas.

Parece que los tiempos convulsos han pasado. Hace unos años se criticaba que el seguimiento que hacían las televisiones locales a la Asamblea de Compromisarios había convertido la cita en un escaparate para hacerse notar. En los últimos años, en cambio, parece que el interés de compromisarios y socios –solo un 10% se encuentra representado– va disminuyendo. Para un club que se reivindica diferente es más que necesaria la implicación de la masa social.

La realidad es que no parece que importe demasiado buscar la participación, y la falta de transparencia se mantiene. No se explican al detalle las partidas económicas como pueden ser los sueldos concretos de jugadores o cuerpo técnico, cuando más de la mitad del gasto se dedica al pago de los emolumentos del primer equipo.

Las socias y aficionadas también deberíamos reflexionar ante una situación en la que parece que la gran mayoría se conforma con seguir el ‘partido’ por televisión.

Al revisar las cuentas se comprueba también que las 44.000 socias aportamos la cuarta parte del presupuesto. Son 25 millones, menos de la mitad que los ingresos por televisión. Teniendo en cuenta esto, quizá se entienda por qué desde el club no se busca incentivar el ambiente en San Mamés, ni se pueden plantear alternativas ante las imposiciones de los horarios de los partidos. Apuestan por los palcos VIP, que aportarían 3,5 millones de euros de 114. La verdad, viendo los números no parecen tan fundamentales.

El presupuesto del Athletic alcanza cifras que duplican las cantidades del año en que la crisis económica se inició hace una década. Evidentemente, las cifras están en línea con las de otros equipos de Primera y el factor clave son los ingresos por los derechos de televisión, que han pasado de los 15 millones de euros que se rondaban en la época de Lamikiz hasta los más de 60 que se recibirán esta temporada.

Al inicio de la crisis parecía que el negocio del fútbol también iba a padecer la situación económica con numerosos clubes intervenidos por las deudas, pero los ingresos han vuelto a crecer y estas cifras tienen un componente de obscenidad en estos tiempos. Nos queda la satisfacción de pensar que de los 71 millones de gasto en ‘personal’, Hacienda recaude los impuestos sobre la renta y puedan revertirse en la sociedad.