EPPK ha dado a conocer en una nota dos «acciones de lucha» que desarrollará en noviembre y diciembre, «en paralelo al inicio del debate» interno que ya avanzó en setiembre.

En aquel comunicado, en el que pedía el voto para EH Bildu, el Colectivo informó de una reflexión sobre «qué aportación hacemos al proceso de liberación» y con el objetivo de «seguir vaciando las cárceles». Y anticipó que este debate se va a afrontar con «imaginación y generosidad».

Una de las acciones ahora anunciadas va unida a la campaña ‘‘Kalea, kalera!’’ presentada anteayer e impulsada por expresos y exrefugiados, que tendrá como epicentro Usurbil entre el 10 de diciembre y el 8 de enero. «Ante una iniciativa así, EPPK se plantea iniciar una nueva forma de lucha. En lugar de los modos habituales que sitúan a los presos mirando hacia dentro, el fundamento de la iniciativa sería intentar que quienes están dentro tengan en la calle una presencia multiplicada y lo más directa posible».

Para ello, se utilizarán los procedimientos de que cada uno dispone en prisión: cartas, llamadas, grabaciones, dibujos, poemas... No solo para comunicar con ese gune de Usurbil, sino también con los respectivos entornos, pueblos y barrios.

En resumen, se trata de «avivar la conexión entre la cárcel y la calle, hacer sentir ahí la presencia de los presos, romper la muga de la relación con familiares y amigos, y aparecer entre la ciudadanía expresando nuestra situación, nuestros sueños de lucha y nuestros deseos», indica el Colectivo.

Presos enfermos y dispersión

Antes de esto, entre el lunes y el sábado de la próxima semana EPPK llevará a cabo protestas por la situación de Ibon Fernández Iradi, cuyo caso analizará el 24 de noviembre un tribunal francés, extensivas al resto de los presos enfermos.

La acción se suma a la manifestación de Bagoaz en Baiona el sábado 19 y también tiene como referencia la celebración hoy del Día de la Memoria, que incluirá una protesta de Etxerat en Gasteiz. Con esta protesta de la semana próxima «haremos nuestras las denuncias promovidas por nuestros familiares a lo largo de noviembre y diciembre, en las que se ponen de manifiesto las consecuencias generales y concretas de la dispersión: accidentes, graves consecuencias para hijos e hijas, etcétera».

«Superando la dificultad para organizar acciones unificadas, únicamente enumeramos las iniciativas que se pueden desarrollar: ayuno, rechazo de comida, encierro, acciones de propaganda, instancias, cartas de denuncia...», expone EPPK.

(Nota de EPPK, íntegra en euskara)