«Los chicos han sido auténticos leones», eran las palabras de un eufórico José Ángel Iribar que no cabía en sí tras el recital de fútbol y goles que su Athletic había firmado en un imponente escenario como el Santiago Bernabéu. Eran tiempos en los que los rojiblancos eran capaces de dar un puñetazo sobre la mesa, aunque en aquella ocasión lo fuera de manera inesperada, en un campo en el que su anfitrión merengue acumulaba nada menos que 19 meses sin perder. No fue un día cualquiera y seguro que los aficionados veteranos y qué decir de los protagonistas del partido no habrán olvidado. Fue un 16 de noviembre de 1986, hace hoy tres décadas, cuando el Athletic ganaba 2-4 al Real Madrid de la exitosa ‘Quinta del Buitre’.

Biurrun; Urkiaga, Ferreira, Andrinua, Pizo Gómez; Gallego, Patxi Salinas, Ayukar; Endika, Argote y Sarabia fue el once inicial que saltó al verde del coliseo madrileño, para en el transcurso del partido Sarriugarte sustituir a Sarabia y sobre el pitido final 90 Urtubi hacer lo propio con Argote. Faltaba el pequeño goleador Dani, al que unos meses antes, en agosto, se le había tributado un partido de despedida y su adiós fue sinónimo de una etapa de transición que con Iribar al frente no comenzaría de la mejor manera, hasta tal punto que el equipo sufriría en sus carnes el novedoso sistema de play-off por el descenso. Una Liga para olvidar que sonrojó sobre todo en su segunda vuelta, y que apenas sí tuvo algún resquicio de alegría para la parroquia bilbaina precisamente ese 16 de noviembre, en la visita al Bernabéu.

Doblete de Endika

Hacía una década que los rojiblancos no ganaban al Madrid en su feudo y esta vez llegaba un grupo de jugadores donde la veteranía de los campeones de Liga empezaba a ceder el paso a unos jóvenes cachorros, todos ellos dirigidos desde el banquillo por un viejo ‘Chopo’. Enfrente, los Buyo; Chendo, Sanchís, Salguero, Camacho; Michel, Gallego, Valdano, Gordillo; Butragueño y Hugo Sánchez; en la recámara, los históricos Juanito o Santillana. Canela fina.

A los quince minutos, el ‘manito’ Sánchez ya había puesto el 2-0 en el marcador. Hugo marcaba, Valdano perdonaba, el ‘Soso’ Gallego mandaba, pero el Madrid se vio ganador, se relajó y no atisbó el primer zarpazo de la tarde, rozando el descanso, Endika, el héroe de aquella final copera del 84 en el mismo escenario, acortaría distancias a centro de Argote, en el único remate de los visitantes de esa mitad. Preludio de una segunda primorosa de los leones ante un desconocido Madrid al que el oxígeno se le fue a medida que los vascos aumentaban sus revoluciones. En el minuto 68, Endika repetía esta vez a pase de Ayukar; en el 79 era un joven Andrinua el que hacía mejor una falta de Argote y en el 82 la puntilla la firmaba Gallego al finiquitar una galopada y batir a Buyo. El Bernabéu se frotaba los ojos, el propio Diego Armando Maradona, en el palco, seguro que hizo lo propio.

El baile fue de aúpa. El optimismo en la afición creció de manera exponencial, máxime ante la visita la siguiente jornada de todo un Javier Clemente al frente del Espanyol. Y sí, iba a ser un gol de Manu Sarabia el que iba a ajusticiar a los pericos y de paso vengarse del técnico de Barakaldo. La temporada pintaba bien hasta esa segunda vuelta en la que los de Iribar rubricaron un récord negativo de solo dos victorias en 17 partidos. Al curso siguiente, tras flirtear con el descenso, llegaría Howard Kendall. El Athletic no volvería a ganar en Chamartín hasta 1995, por 1-2, con Dragoslav Stepanovic, y goles de Etxebe y Ziganda. Pero sería aquel 2-4 el que se recordaría como el día que fueron unos leones..

San José: «Nos ha venido bien el parón para volver con fuerzas nuevas»

Mikel San José confía en estar listo para el trascendental duelo ante el Villarreal. «Hoy me he encontrado bien entrenando», señaló ayer en sala de prensa, con lo que «creo que si va todo bien» estará el domingo, tras revelar que sufrió una pequeña rotura en el recto anterior. El navarro es uno de los que ha agradecido este parón liguero, aunque seguramente, por sus palabras, esa apreciación se hace extensible al equipo entero. «Ahora nos venía bien para recuperar jugadores y senaciones», reconoció, aunque defendió que «en los últimos partidos en todos hemos dado la cara y el equipo lo ha hecho bien, pero los resultados no han sido buenos». En cualquier caso, insiste en que «nos viene bien parar para llegar al domingo con fuerzas nuevas».

El centrocampista se mostró en todo momento rehacio a asumir que el juego del equipo no está siendo todo lo excelso que se espera, intercalando afirmaciones como que «las sensaciones son buenas» pero que «los resultados no han sido los mejores», con otras en que admitía que «quizá no estamos haciendo el mejor juego» pero que esta apreciación viene condicionada «por los últimos resultados». Otro tanto respondió sobre la racha de lesiones que persigue a la plantilla, la cual justificó como «algo a la orden del día en el fútbol» aunque «quizá hemos tenido más de la habituales». El domingo, quizá Valverde tenga a casi todos sus hombres.

A San José, no obstante, sí le preocupan esos goles que están recibiendo en balones aéreos, aunque sin volverse locos por ello. «Es uno de nuestros puntos fuertes y hemos recibido muchos goles para las alturas a la que estamos, no nos tenemos que obsesionar pero sí es algo en lo que tenemos que hacer hincapié», reflexionó el de Atarrabia. J.V.