En la citada nota, hIREKIn señala que el desalojo «que obedece a decisiones e intereses partidistas y se ha conseguido disfrazar de actuación técnica» y considera que el Ayuntamiento «se ha beneficiado» de la conflusión generada, ya que «le ha permitido ceder a las presiones de su socio, Geroa Bai».

Por ese motivo, «les felicitamos, porque, en la ciudad y el barrio que batalló contra Yolanda Barcina durante más de una década sin conseguir estabilizar un gaztetxe en Alde Zaharra, han conseguido articular el desalojo menos ruidoso imaginable, con coste político mínimo, por ahora».

Unas felicitaciones que dirige «especialmente a Geroa Bai. Evitaron un incómodo desajolo en el edificio de la empresa pública Nasuvinsa en Compañía 3, gracias a que el Ayuntamiento se responsabilizó de gestionar la situación, aunque sin renunciar a abrir un silencioso proceso judicial contra algunas personas del gaztetxe de Alde Zaharra».

Una vez que el gaztetxe de Alde Zaharra estaba en una propiedad del Ayuntamiento, «no solo han presionado y chantajeado en nombre del cambio, hasta conseguir un desalojo que no firman en primera persona. Lo más importante es haber dado este duro golpe al movimiento que ve truncada su actividad en un momento en que se sabe desacreditado y en el que acumula el desgaste de un año de relación con la institución, (que inevitablemente genera contradicciones y tensiones internas y resta energía a otros ámbitos de vital importancia, como desarrollar el proyecto y sacarlo al barrio). En este momento existe el peligro de que se pierda la ilusión que hasta hace una semana brillaba, crecía y evidentemente molestaba a fuerzas neoliberales como Geroa Bai, UPN y PSN».

Ante las acusaciones de no entender en profundidad el cambio y de obstaculizarlo, señala que «no aceptamos que se hable del cambio en singular y de forma determinada. No aceptamos que ningún agente lo tome para sí y lo delimite tomando como criterio que lo que está dentro es lo que se supedita a la estrategia liderada por él, ni que intente desmovilizar lo que considera fuera. Esto puede desembocar en imposiciones y autoritarismos y nosotras, por ese camino, no vamos (esperamos que las demás tampoco). Nosotras transformamos desde la calle y la vía institucional es una más, para quien crea en ella».

En segundo lugar, añade que «con Geroa Bai, es decir, con el PNV, a bordo, no hay cambio posible. No tiene sentido intentar disimular las evidentes contradicciones que supone ir de la mano de quien ataca al movimiento popular, y en concreto a los gaztetxes, como hemos visto en los casos de Kukutza o Kortxoenea, y de quien está al servicio del capital y la especulación, como nos demuestra su apoyo a proyectos como el TAV o Aroztegia».

Finalmente, hIREKIn anima a la asamblea del gaztetxe de Alde Zaharra «a tomar la vía de la okupación para seguir con el desarrollo del proyecto sin las limitaciones que supone el hacerlo dentro de un marco legalista bajo los condicionamientos de las instituciones. Que los gaztetxes sean espacios realmente liberados».

Además, se hace «eco del llamamiento a movilizarse el próximo día 3 de diciembre en Iruñea en defensa de los gaztetxes y espacios autogestionados, en contra de los desalojos de estos».