ATHLETIC 3
RACING 0
Los ‘duelos del Norte’, como gusta llamar en Santander a partidos como el de anoche, han deparado históricamente rivalidad no exenta de detalles puntuales que por una u otra razón han dejado su sello más allá de la propia intrahistoria de los Athletic-Racing, 116 partidos oficiales hasta ayer. Como aquel 26 de abril de 2009, no hace tanto, en la vieja Catedral, cuando el gallego Bernardino González casi se queda solo con las 17 cartulinas amarillas y 6 rojas, entre estas últimas las de Yeste y Orbaiz, que mostró ante la atónita mirada de 35.000 espectadores. O aquel perdido en la prehistoria futbolística marcador de 9-5 favorable a los leones, un 5 de febrero de 1933, que sigue siendo el de más goles de la Primera División. Es más, el primer 0-0 de la historia de la Liga fue... un Athletic-Racing.
El de anoche fue un partido que no sobresaldrá en esa historia, con un Athletic superior y cumplidor, generoso eso sí en el esfuerzo aunque sin un juego vistoso, y un Racing al que los 90 minutos se le hicieron demasiado largos y máxime después de que un fajador Raúl García empalara para el 2-0 una asistencia de Aduriz y socavara la resistencia cántabra. No hubo mucho más rescatable, quizá agradecer a los leones que se tomaran el choque en serio, incluso con ventaja holgada en el marcador, caracterizados en un Muniain que intentó sin suerte por activa y por pasiva hacer su golito, incluido un remate al poste y otro a la tribuna sur alta.
Ernesto Valverde no reservó nada de inicio. Un once plagado de titulares que nos recordó a la primera y exitosa experiencia copera con Marcelo Bielsa en la que se plantó en la final alineando a los mejores estuviera enfrente el Albacete, el Oviedo o el Barcelona. Lo que nadie esperaba es que a los rojiblancos les costara en la primera mitad tantos kilómetros y duelos cuerpo a cuerpo doblegar en el marcador a un descarado Racing, que por momentos puntuales creó peligro a la meta de Iraizoz y hasta pudo irse al descanso con paridad en el marcador, ese que desniveló sobrepasado el cuarto de hora un Xabi Etxeita abonado a la Copa, donde ha firmado tres de sus seis goles como león.
Tardó quince minutos el Athletic en generar su primera jugada con cierto riesgo para los cántabros, tras un inicio a la carrera, excesivas pulsaciones y poco criterio. La réplica la dio Dani Aquino con un disparo desde la frontal que se fue cerca de la escuadra. Los de Valverde empezaron a desnudar la inferioridad racinguista por alto, pero sin Beñat ni Susaeta en el césped, los córners eran cosa de Lekue o Rico, como del agua al vino, pero fue en un balón aéreo el que Etxeita aprovechó tras haber repelido el travesaño un cabezazo previo de Aduriz.
Lo más difícil estaba hecho, al menos para contener cualquier atisbo de impaciencia entre los fieles que se habían acercado hasta San Mamés. El Athletic tuvo un par de aproximaciones más, otro testarazo de Etxeita y un remate fallido de Rico, Williams y Lekue llegaban bien por banda, Muniain intentaba diagonales sin final feliz, hasta que el equipo cayó en una especie de relax que aprovechó el Racing para subirse a las barbas antes del descanso, parada incluida de Iraizoz que salvó el empate.
El bocadillo fue lo mejor de los 45 minutos, para a la vuelta de vestuarios, el zapatazo de Raúl sellar el choque, la resistencia santanderina y la eliminatoria. A los visitantes se les acabó la capacidad de reacción, Valverde aprovechó para oxigenar y dar minutos a Susaeta e incluso al ‘señalado’ Iturraspe, Williams rendondeó el resultado con un gol precedido de rebotes y la ventaja pudo ser mayor ante un Racing fundido. Cumplió el Athletic, que fue superior; cumplió el Racing, que fue un digno rival. El Athletic, en octavos.