El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha anunciado que solicitará a Instituciones Penitenciarias, «por razones puramente humanitarias», el traslado a la prisión de Martutene de la presa política vasca Sara Majarenas, madre de la niña de dos años que ha sido apuñalada por su padre.
La niña, que permanece ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Pediatría del Hospital La Fe de Valencia con «pronóstico reservado», vivió desde su nacimiento junto a su madre en la cárcel de Picassent. El primer edil donostiarra ha confirmado que la pequeña está empadronada en la capital guipuzcoana y está matriculada en un centro escolar de la ciudad.
Goia ha indicado que tiene previsto enviar un escrito a Instituciones Penitenciarias en el que solicitará que Majarenas sea trasladada a Martutene, que es «adonde está previsto que se traslade la pequeña» en cuanto se reponga de las heridas.
Tras la rueda de prensa, Goia se ha sumado a mediodía a la concentración convocada por el consistorio contra esta agresión, en la que ha participado más de un centenar de personas, entre ellas concejales y junteros del PNV, el PSE, EH Bildu, el PP, e Irabazi.
También ha secundado la protesta el portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Imanol Lasa, y una representante de Emakunde, institución que se ha puesto en contacto con la familia de la pequeña para prestarle su apoyo. Tras cinco minutos en silencio, los participantes han dado por concluida la concentración con un aplauso.
Asimismo han acudido, en representación de EH Bildu los diputados Marian Beitialarrangoitia y Oskar Matute, quienes han dicho que, ante este suceso, «no debe ponerse en tela de juicio el derecho que asiste a la niña para contar con el acompañamiento continuo de su madre para poder tener una recuperación completa y total».