Multicolor y plural inicio de los «cien días de protesta»
Ningún presidente de EEUU había logrado lo que Trump: que miles de personas salgan a la calle a protestar contra él en medio mundo, desde Filipinas hasta las capitales europeas pasando por Beirut, con lógico protagonismo de las ciudades estadounidenses.
Estados Unidos trata de asustarnos, pero nuestro pueblo es fuerte. El traslado de la Embajada –de Tel Aviv a Jerusalén, prometido por Trump– no solo afectará al pueblo palestino, sino también a la nación árabe y musulmana», declaró en una protesta que tuvo lugar en Beirut Refaat Chanaa, responsable del partido Al Fatah. El neoyorquino ha hecho declaraciones durante estos meses muy del agrado del poderoso lobby judío de EEUU, pero que pueden convertir el planeta en algo mucho más peligroso de lo que ya es hoy, y las protestas palestinas son solo un adelanto de lo que viene.
En EEUU las protestas habían comenzado la noche del jueves. Frente al Hotel Internacional de Donald Trump en Nueva York, Robert De Niro entretuvo a los asistentes leyendo tuits imaginarios del presidente antes de que tomaran el micrófono el cineasta Michael Moore, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio y los actores Mark Ruffalo, Julianne Moore, Marisa Tomei y Alec Baldwin –conocido ahora por su imitación de Trump en el programa cómico Saturday Night Live–. «Es un momento muy peligroso para EEUU», declaró Moore, que calificó a Trump de «sociópata». «Pero con mucho trabajo de nuestra parte conseguiremos detener a este hombre. No durará cuatro años», remachó, antes de llamar a la celebración de «cien días de protesta» contra su Presidencia.
La Policía intervino esa noche en Washington DC por la escalada de tensión originada en una concentración ante el Club Nacional de Prensa, donde manifestantes increparon a los asistentes a una gala de celebración tras el concierto inaugural del presidente aún electo. Gritaron «escoria nazi» a los asistentes al llamado “Deploraball” (“El baile de los deplorables").
La mayoría de las protestas fueron pacíficas, pero una terminó con tres arrestos: personas vestidas de negro y encapuchadas lanzaron piedras y rompieron escaparates de comercios y bancos. «¡No a las deportaciones, no al Ku Klux Klan, no a un EEUU fascista!», coreaban los participantes.
También se realizaron cadenas humanas para bloquear las entradas al evento de toma de posesión de Trump.
La policía de nigeria mata a once independentistas de biafra en una marcha a favor del magnate
Al menos once personas murieron ayer en choques entre miembros del grupo Pueblo Indígena de Biafra (IPOB) y la Policía durante una marcha de los independentistas en apoyo al nuevo presidente de EEUU en la ciudad nigeriana de Port Harcourt. La protesta fue reprimida violentamente por la Policía, denunciaron desde el IPOB, quienes quisieron respaldar a Trump en el día de su investidura porque consideran que apoyará su causa independentista.
La Policía defendió que actuó para «prevenir la violación de la ley y el orden» y negó que se hubieran registrado víctimas mortales.
El pasado mes de noviembre, Amnistía Internacional pidió a las autoridades nigerianas que investigaran el supuesto «asesinato de al menos 150 activistas biafreños por parte de militares», algo que negaron las agencias de seguridad nigerianas.
El 30 de mayo de 1967, en medio de crecientes tensiones étnicas debido a una sucesión de golpes de Estado, el gobernador de la región Oriental de Nigeria, Emeka Ojukwu, anunció la creación de la República de Biafra para proteger a la población de la etnia igbo, que había sido objeto de numerosas matanzas en el norte del país.GARA