Beaumont ha afirmado que, tras estudiar las posibilidades de actuación del Ejecutivo de Nafarroa ante la exhibición de una pancarta en El Sadar apoyando a uno de los encarcelados por violar a una joven en sanfermines, la legislación está constreñida a actuaciones de prevención de la violencia en el deporte o sensibilización sobre violencia contra las mujeres «sin que prevean la imposición de sanciones».

Por ello, en el pleno del Parlamento ha propuesto realizar las «modificaciones legislativas pertinentes en el marco competencial» para «evitar y perseguir estas conductas». La consejera ha recordado que la competencia y la responsabilidad de la seguridad en el estadio es de la Policía español.

Así, ha relatado que, una vez conocida la colocación de la pancarta, en la que se podía leer el mote de uno de los jóvenes sevillanos encarcelados en Iruñea desde el pasado mes de julio, la consejera se puso en contacto con la delegada del Gobierno español, Carmen Alba, quien le transmitió que la relación de la citada pancarta con la violación de San Fermín «había pasado inadvertida tanto a Policía Nacional como a Osasuna».

De esta forma, la Policía española elaboraría un informe, «derivándolo a la comisión antiviolencia» quien, si consideraba que tenía connotaciones penales, trasladaría el expediente a la fiscalía. «No hemos recibido información de ninguna clase», ha apuntado.

La portavoz de Podemos-Ahal Dugu y proponente de la pregunta, Laura Pérez, ha denunciado que «algunos sevillistas dedicaron la victoria de su equipo a este sujeto pidiendo su liberación» y calumniando a quienes se posicionaron «reprobando aquellos hechos».

Además, ha asegurado que «cuesta creer» cómo ninguna persona apreció «ningún signo de violencia» en la pancarta «que expresaba el enaltecimiento a un violador y hacia apología del terrorismo machista». Así pues, se ha preguntado «cómo pudo exhibirse con total impunidad durante todo el partido en un espacio público».

De esta forma, ha calificado los hechos de «gravedad extrema», y ha considerado que la «corona debería implicarse» en estos temas, proponiendo así que el jefe de Estado esté presente, junto con otras máximas autoridades, «en todos y cada uno de los funerales por cada mujer asesinada».