Ion SALGADO
Elkarrizketa
GORKA URTARAN
ALCALDE DE GASTEIZ

«Bildu ha pretendido dinamitar los puentes con el PNV en Vitoria»

El 27 de enero la mayoría del Ayuntamiento de Gasteiz rechazaba el proyecto de presupuesto del equipo de gobierno de PNV y PSE. Hasta ahí nada que no hubiera ocurrido antes tanto en la capital alavesa como en otras muchas ciudades vascas. La sorpresa llegó el martes, cuando el alcalde, Gorka Urtaran, anunciaba la presentación de una cuestión de confianza ligada a los presupuestos. Una fórmula legal que hasta la fecha, en este país, solo había utilizado Odón Elorza en 2004 en Donostia, lo que el PNV calificó en aquel momento como una «artimaña legal» y una forma de «imposición». Esto suponía que el alcalde iba a acabar teniendo su presupuesto, bien este lunes si se aprobaba la cuestión de confianza, o bien dentro de un mes, con el desgaste que ello suponía. EH Bildu decidió en asamblea abstenerse para desbloquear la situación y hacer un oferta a Urtaran para volver al consenso del cambio. El alcalde coge la abstención pero no devuelve la mano tendida.

¿A qué se debe la presentación de una cuestión de confianza?

Se debe a una cuestión absolutamente prioritaria, a que no se pare la ciudad. Y a seguir trabajando por todos aquellos victorianos y vitorianas que confiaron en el cambio político, que creyeron que con este cambio político ganaba la ciudad.

El PNV en Donostia acusó a Odón Elorza de utilizar una «artimaña legal» cuando recurrió a la cuestión de confianza.

No sé lo que era. Yo me puedo referir a la situación actual, y la situación actual es que el PP y EH Bildu unieron sus votos en el pleno del pasado viernes para votar en contra de las cuentas de 2017, y eso supone que la ciudad quede paralizada, que no se ejecuten las principales inversiones. Hemos tomado esta decisión para superar el bloqueo político y para evitar que los ciudadanos sean los paganos del rifirrafe político.

EH Bildu ha propuesto un acuerdo a cambio de desconvocar el pleno de mañana.

Celebramos el cambio de actitud de EH Bildu y que haya reconsiderado su posición. Es bueno que se hayan alejado del ‘no por el no’, que no conduce a nada. Pero creo que es compatible mantener la cuestión de confianza con profundizar en el diálogo. Creo que es compatible por dos razones: porque la ciudad no se puede parar, y porque retirar la cuestión de confianza supondría alargar la situación de prórroga.

EH Bildu también le trasladó su compromiso de aprobar los proyectos prioritarios durante la prórroga.

Me preguntó por qué hasta el viernes era imposible acordar un presupuesto por una supuesta falta de confianza y a partir del lunes sí se podían firmar inversiones que en todo caso no estaban acordadas. Creo que EH Bildu ha utilizado una estrategia partidista y ha pretendido marcar los tiempos con la prórroga presupuestaria, diciendo qué se hace y cuándo se hace. La ciudad no puede depender del ritmo que quiera marcar un grupo político.

¿Por qué sostiene que no se puede ir a la prórroga?, ¿qué incidencia tendría?

Tendría una incidencia importante y ha sido analizada con el interventor municipal. No es una decisión que se tome de la noche a la mañana o fruto de un calentón político. Esta es una decisión que se toma de forma sosegada tras un análisis detallado de lo que supondría la prórroga, que dejaría paralizadas las inversiones estratégicas que queremos impulsar. Como son el BRT o el tranvía a Salburua.

¿Cómo fue la negociación presupuestaria?

A mí me decepcionó la postura de EH Bildu, tanto en las formas como en el fondo. En el fondo porque lo que estaban planteando era un no a las cuentas, sin ningún tipo de negociación, porque no habían presentado enmiendas parciales; y en la forma porque se hicieron una serie de declaraciones muy contundentes, muy gruesas.

Además, el cambio de opinión fue de un día para otro. El 30 de noviembre fue posible acordar unas ordenanzas fiscales y había una predisposición mas que evidente a aprobar el presupuesto, y diez días después entienden que es imposible acordar nada con este Gobierno porque ha habido un incumplimiento que no ha sido tal y que podríamos explicar.

La coalición afirma que solo se ha cumplido el 7% de las partidas acordada.

De las 177 medidas transadas en el acuerdo presupuestario de 2016, la ejecución general fue aproximadamente del 80%, un porcentaje muy similar al que se ha ejecutado en la Diputación. Por lo tanto no entiendo porque en Diputación no ha sido impedimento para llegar a un acuerdo y aquí se ha puesto como excusa. Es cierto que algunas partidas presupuestarias no se han ejecutado, tanto del Gobierno como de los socios presupuestarios, pero esas partidas estaban condicionadas a la venta de PMS, una venta que no se ha producido y no se ha materializado el ingreso.

Afirman que no se han cumplido las partidas dirigidas al Centro Contra la Violencia de Machista o al Plan Agroalimentario, entre otras cosas.

Creo que eso es fácilmente rebatible. Y poner en peligro la consolidación del cambio político única y exclusivamente porque hay unas partidas que no se han ejecutado porque no ha habido ingresos me parece una apuesta muy arriesgada, que solo responde a una interés electoral y partidista. Tenemos que trabajar juntos, tenemos que entendernos y dialogar, y no sé por qué Bildu ha pretendido dinamitar los puentes de relación con el PNV en Vitoria.

¿Considera que se deben reconstruir esos puentes?

Sí, y creo que la cuestión de confianza puede superar la situación de bloqueo político y abrir una vía al diálogo. Espero que sirva esta cuestión de confianza para recuperar el diálogo perdido en las últimas semanas por la cerrazón de Bildu, porque no ha querido negociar.

¿Se pueden reconstruir esos puentes presentando una cuestión de confianza que tiene por objeto aprobar un presupuesto que no contó con el apoyo del pleno?

No voy a dejar de negociar con EH Bildu porque dijeran no al presupuesto municipal, y espero que EH Bildu no deje de negociar con el PNV porque sí haya presupuesto. Yo al menos mantendré mi mano tendida a EH Bildu y al resto de formaciones políticas.