Araba sin Garoña señala que, el dictamen del CSN sobre la reapertura de la central nuclear de Garoña «estaba escrito de antemano». «El resto, juego de espejos y cortinas de humo», añaden.
Ante ello, se preguntan si «no ha quedado claro en Garoña la connivencia entre el operador (Nuclenor), el regulador (CSN) y el gobierno (del PP)», al tiempo que hace un paralelismo con el operador, el regulador y el gobierno como responsables del accidente en Fukushima.
La última palabra la tiene el Ministerio español de Energía. ¿Como puede afirmar Álvaro Nadal que la orden ministerial que decida la reapertura o no seguirá las indicaciones del CSN, cuando el PP lo ha convertido, tanto en su composición como en su funcionamiento, en un apéndice del propio Gobierno?». Así, acusan al PP de «dejar nuestra seguridad en manos del oligopolio eléctrico» y «haber engañado al electorado alavés».
También señala a las instituciones de la CAV por no haber puesto sobre la mesa «todos los instrumentos a su disposición».