En rueda de prensa conjunta en Bilbo, la responsable de Sanidad de UGT Euskadi, Ana Vázquez, y el delegado de ELA en el Hospital de Basurto, Mikel Revilla, han recordado como el año pasado ya realizaron diferentes movilizaciones contra privatizaciones, especialmente en el Hospital de Urduliz, y han lamentado que se ven «obligados» a volver a movilizarnse «ante nuevas privatizaciones».

En concreto, han denunciado que Osakidetza ha planteado la privatización de los servicios de lencería y cocina del Hospital de Urduliz, y del servicio de lavandería del Hospital de Leza, y, además, «pretende externalizar el servicio informático, y a la apertura del Hospital de Eibar quiere la gestión privada de diferentes servicios, como la rehabilitación».

Según han criticado, Osakidetza «mantiene una apuesta estratégica por la privatización». Asimismo, han advertido de que de que «las sociedades con mayores niveles de privatización sanitaria son, a su vez, las sociedades con mayores niveles de desigualdad en el acceso a los servicios sanitarios».

Por ello, han destacado que la apuesta de los sindicatos es «por la equidad», para lo que resulta «imprescindible el fortalecimiento de nuestra sanidad pública».

«Nos interesa que la asistencia sea pública y de calidad, y entendemos que el servicio público tiene que ser público, no solo por un concepto político, también por eficiencia», ha manifestado Revilla.

En ese sentido, han denunciado que la «apuesta por la privatización» que mantiene Osakidetza «supone un gasto directo superior a los 350 millones de euros anuales», una cantidad que, según han advertido, «no va a dejar de aumentar con cada nueva decisión».

Tras afirmar que es «mentira» la «supuesta eficiencia económica» que argumenta Osakidetza para mantener su «apuesta estratégica por la privatización», los sindicatos han asegurado que «solo la privatización del servicio de limpieza supone un sobrecoste de 5.000 euros por cada persona subcontratada». Por ello, Vázquez ha asegurado que «una gestión directa desde Osakidetza va a redundar en calidad y en ahorro económico».

Según han asegurado, «repetidamente» han solicitado informes que justifiquen estas medidas, pero el consejero de Salud, Jon Darpón, «se ha negado a realizar ningún estudio de impacto socioeconómico ni de impacto de calidad de los servicios».

Los responsables sindicales han remarcado que «se privatiza todo tipo de servicios, incluyendo la asistencia sanitaria directa». En ese sentido, han considerado «especialmente escandalosa la situación de Tolosaldea, la única comarca de la Comunidad Autónoma Vasca que no cuenta con un hospital público de referencia», sino que el servicio se presta a través de un hospital privado.

Por otro lado, han recordado que el Gobierno de Lakua «tiene en vigor acuerdos con los sindicatos que incluyen la prohibición expresa de privatizar o externalizar ningún servicio», así como «el estudio de la reversión de las subcontrataciones actualmente existentes».

«¿Cómo pretenden que negociemos los sindicatos con la dirección de Osakidetza si no es capaz de cumplir sus compromisos? ¿De qué sirve acordar nada si van a incumplir dichos acuerdos?», se han preguntado las centrales sindicales.

Nuevo ciclo

Por todo ello, los sindicatos Satse, ELA, LAB, CCOO, UGT y ESK volverán a iniciar un nuevo ciclo de movilizaciones, que comenzará el próximo 21 de febrero con una concentración frente a las tres delegaciones de Sanidad.

Según han advertido, estas movilizaciones «irán aumentando su intensidad en la medida en que Osakidetza no modifique su postura», porque «en sus manos está solucionar este nuevo conflicto».

Vázquez ha añadido que los sindicatos «intentarán negociar» con Osakidetza, y, «en la medida en que dé respuestas o no actuaremos en consecuencia».

En ese sentido, ha pedido que se celebren las comisiones de contratación y externalización, «ya no solo desde Osakidetza sino desde la Mesa General de Función Pública, que no se están cumpliendo».