Beñat ZALDUA
IRUÑEA
Elkarrizketa
FRANCESC DE CARRERAS
CATEDRÁTICO EMÉRITO DE DERECHO CONSTITUCIONAL EN LA UAB

Francesc de Carreras: «No se hará el referéndum, el Estado lo impedirá»

Azote del independentismo desde las páginas de “La Vanguardia” y de “El País”, Francesc de Carreras (Barcelona, 1943) augura que en los próximos meses se aplicarán en Catalunya medidas extraordinarias como el artículo 155 de la Constitución.

La trayectoria de Francesc de Carreras da cuenta de la magnitud y peculiaridad del personaje. Es, entre otras cosas, hijo de Narcís de Carreras, presidente de la Caixa y del Barça durante el franquismo (padre del «som més que un club»), fue militante del PSUC bajo la dictadura y de ICV hasta 1986, miembro del consejo editorial de “El País”, fundador de Ciudadanos y catedrático emérito de Derecho Constitucional en la UAB. También tiene una casa en Nafarroa, aunque acoge a GARA en su casa-biblioteca del centro de Barcelona, donde habla de la posibilidad (remota) de decretar el estado de sitio en Catalunya mientras sendos retratos de Marx y Gramsci observan atónitos desde la pared.

Ya hemos visto la imagen de un expresident en el banquillo de los acusados. ¿Impacta?

Nos tenemos que acostumbrar a que el poder está sometido a las leyes. Hace 20 años un ministro como Barrionuevo fue sometido a juicio y condenado.

¿Me está comparando el GAL con unas urnas de cartón?

La gente es juzgada por muchos tipos de delito, y la desobediencia a la ley es uno de ellos. No se trata de si son urnas de cartón o de plástico, sino de desobedecer una orden.

¿Qué le pareció el baño de masas previo al juicio?

Lo encontraría hasta cierto punto disculpable si no se revistiese con un intento de deslegitimar el poder judicial y la validez de las leyes. Es un comportamiento notoriamente antidemodrático.

¿El juicio es un aviso a navegantes por lo que pueda pasar en los próximos meses?

No. Se trata de hechos y de un proceso llevado a cabo con garantías. Los jueces, en general, están muy despolitizados, y no hacen avisos a navegantes ni nada de eso, sino que aplican la ley a unos hechos concretos.

¿No me admite que el TC es un tribunal politizado?

Lo que hay que hacer es leerse las sentencias. Se puede discrepar sobre ellas, pero yo no he visto nunca una sentencia del TC sin un fundamento mínimamente razonable.

Por mucho que esté jurídicamente fundamentado, cuando un texto como el Estatut, refrendado por la ciudadanía, es tumbado por catorce jueces, ¿no le chirría nada?

Desde la mala intención o desde la ignorancia, algunos intentan contraponer el valor de un referéndum con el valor de una sentencia. Llevar el Estatut al Constitucional fue perfectamente legal, por suerte, porque algunos aspectos de aquel Estatut, todo lo referente a competencias, eran un desastre. No se sabía qué competencia era de la Generalitat y cuál del Estado.

Vengamos a la actualidad. ¿Cree que se celebrará el referéndum anunciado?

Yo creo que no se hará. Aquel ensayo del 9N se hizo porque el Estado no estaba suficientemente preparado para impedirlo. Ahora sí que lo está, así que, o se hace un referéndum con acuerdo entre las partes o nada.

No parece que Madrid esté por la labor. ¿Cómo lo parará?

No parece entusiasmado con la idea, no. El Gobierno español tiene la ley, que quiere decir interponer recursos ante los actos que se hagan antes de llegar al referéndum. Si sigue adelante, hay dos pasos más, más graves, pero no tan dramáticos. El primero es el artículo 155 de la Constitución, que no suspende la autonomía, sino que, en un caso concreto, previo requerimiento y con la mayoría absoluta del Senado, permite dar órdenes a la autoridad de una comunidad. Esa autoridad puede ser el presidente, un director de instituto o los mossos d’esquadra. Todo es una gradación. El segundo paso, con arreglo a la ley, es el estado de sitio, que suena fatal...

Pero que muy mal...

Da miedo, pero tiene grandes garantías, y siempre tiene control parlamentario y judicial. Pero es la ley que habla concretamente de ataques a la integridad territorial de España. De todos modos, no creo que haya que contemplarlo. Con la situación tal y como la veo, creo que en los próximos meses es probable que se aplique el artículo 155 de la Constitución.

Usted defendió el referéndum en 2012. ¿Por qué ahora no?

Defendí que se puede hacer un referéndum consultivo a través de la reforma de la ley de referéndums. Pero últimamente se está viendo que en los referéndums no se vota por lo que se pregunta, sino contra quien pregunta, por lo que, con el ambiente que hay ahora, no creo que un referéndum expresase la voluntad sobre aquello sobre lo que se pregunta.

También se puede pensar que en 2012 la victoria del No era bastante clara y ahora no tanto.

En 2012 el independentismo era minoritario, estaría en un 35%. Pero ahora no tengo dudas de que el votante de Podemos y los Comunes, aunque no fuese independentista, votaría por la independencia como elemento desestabilizador en España. Por tanto, aunque creo que existe la posibilidad legal de hacerlo, no soy partidario de hacer un referéndum ahora.

¿Cree legítimo y realizable el proyecto político del independentismo?

Todo lo que es legal es legítimo, porque la legitimidad y la legalidad, en un Estado de Derecho, son lo mismo. Y la independencia claro que puede ser legal, cambiando la Constitución.

Sabe muy bien que el independentismo nunca tendrá fuerza para cambiar la Constitución...

Es el juego democrático. Aquí se quiere que la voluntad de Catalunya se imponga al Estado, pero no se acepta que la voluntad del Estado se imponga en Catalunya. Si el problema es que ‘no tenemos fuerza para cambiar la Constitución’, pues mira chico, acumulen fuerzas. Hay muy poco respeto por la democracia por parte del nacionalismo.

¿Rajoy se equivocó en 2012 al no negociar el pacto fiscal?

Rajoy hubiese dicho igualmente que no al pacto fiscal, pero Mas fue a que le dijese que no.

¿Usted cree?

No lo creo, estoy 100% seguro porque me lo han dicho ellos. El cálculo de Mas en 2012, cuando le faltaban seis diputados para la mayoría absoluta, era convocar elecciones para aprovechar el impulso de la manifestación y dejar de depender del PP o de ERC, y así pasarse cuatro años reclamando el pacto fiscal mientras en Catalunya aplicaba las reformas de corte liberal que había prometido a los empresarios. Pero le salió mal, porque pasó de 62 a 50 diputados.

¿Y no cree que Rajoy también ha errado el cálculo con el independentismo?

Sí. Otra cosa que no me ha dicho Rajoy pero sí una persona que está a su lado es que pensaba que en aquel momento Convergència y Esquerra no se entenderían. Aquí se equivocó rotundamente. Siempre hay tensiones, también ahora, pero en los momentos clave siempre se han acabado poniéndose de acuerdo. Rajoy se ha equivocado mucho en los últimos cuatro años, no ha dicho nada sobre Catalunya. A los que no somos independentistas nos ha dejado absolutamente desprotegidos.