Rosa Iriarte y Elías Anton han expuesto en rueda de prensa los motivos para hacer esta petición al Gobierno de Nafarroa, acompañados de Jaime Iribarren, Javier Armendariz, Gloria Bosque y Goizeder Anton. Cada uno de ellos ha sufrido torturas en una década distinta, en los últimos 60 años, y algunos incluso en más de una década y en dos generaciones de una misma familia.
«Hemos sido torturados en situaciones históricas y políticas diferentes por parte de cuerpos policiales diferentes. Pero a todos nos une un denominador común, más allá del hecho de haber sufrido torturas, y es que esta violencia que nosotros hemos sufrido ha sido sistemáticamente negada, silenciada y ocultada por los diferentes poderes del Estado», han recordado Rosa Iriarte y Elías Anton en euskara y castellano.
Aunque en la rueda de prensa han comparecido seis personas, han señalado que «aquí se podían haber sentado cientos o incluso miles de personas de Nafarroa que han pasado no solo por la crueldad de la tortura, sino por la aún más dura crueldad de la negación, la ocultación y la impunidad de la tortura y sus responsables».
Tras afirmar que «ya es hora de poner punto final a esta situación» y de «sacar la tortura de la oscuridad y llevarla a la luz», han pedido a las instituciones que adopten las medidas necesarias para hacerlo.
En este sentido, han recordado que hace unas semanas la consejera Ana Ollo y el director de Paz y Convivencia, Álvaro Baraibar, anunciaron que van a prestar atención desde esa oficina a las víctimas de la tortura. «Nos alegra mucho oír estas palabras –han dicho–, pero lo cierto es que percibimos que no ha habido, ni hay, hor por hoy, ninguna acción».
También han lamentado que «nadie se ha puesto en contacto con personas torturadas para recabar su testimonio y para conocer su situación y sus necesidades», por lo que han hecho un llamamiento expreso al Gobierno de Nafarroa para decirle que «estamos dispuestos a hacer ese camino para superar la tortura y sus consecuncias personales y colectivas, pero que necesitamos que sean las instituciones navarras quienes asuman el protagonismo que les corresponde en este camino de la oscuridad a la luz».
Por último, han hecho un llamamiento a todas las personas que han sufrido torturas en Nafarroa para que se pongan en contacto con la oficina del Gobierno para «ofrecer sus testimonios y sus necesidades», así como «la necesidad de verdad, reconocimiento y reparación para la tortura y sus víctimas, y sobre todo la garantía de que algo así no pueda jamás volver a ocurrir».