Los ingresos crecieron el 3%, hasta alcanzar los 1.318 millones, debido a la recuperación de la actividad industrial durante la segunda mitad del año pasado y a las mayores ventas de sus negocios de servicios y vehículos, ya que las de rodajes y componentes descendieron.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) descendió el 19%, hasta alcanzar los 135 millones, afectado por los distintos proyectos en ejecución y la menor actividad industrial en 2015 y 2016.
En los próximos ejercicios CAF prevé que su beneficio se incremente gracias a la mayor actividad industrial, especialmente en las plantas de fabricación europeas, a una cartera de pedidos con menor riesgo y a los programas de eficiencia implementados.
Al cierre del año pasado, la compañía vasca tenía una cartera de pedidos de 6.228 millones, su máximo histórico, compuesta mayoritariamente por contratos en mercados internacionales. Además tiene otros 290 millones en proyectos adjudicados pendientes de firma.
La deuda financiera neta a 31 de diciembre ascendía a 365 millones, lo que supone una disminución del 45% respecto a un año antes.