Ostolaza ha hecho unas declaraciones ante los medios minutos antes de arrancar en Donostia la manifestación para reclamar que Sara Majarenas y su hija de tres años puedan vivir juntas y en libertad.
La abogada ha explicado que este mediodía el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria ha decretado «un segundo grado con artículo 100.2, que significa una flexibilidad de grado», lo que supone que madre e hija serán trasladadas desde la cárcel de Piocassent a un «centro especial de Madrid para madres con menores. No sabemos aún en qué condiciones, con qué régimen de vida».
Onintza Ostolaza ha indicado que «estamos contentos en cierto modo» porque se ha evitado la separación, pero ha remarcado que «seguiremos trabajando para obtener el tercer grado y que quede en libertad, en Intxaurrondo, porque cumple las condiciones para ello. Están juntas, es uno de los logros. Las mantendrán juntas y serán trasladadas juntas, no sabemos ni cuándo ni cómo».
Araitz Zubimendi, de la plataforma Izarrekin Sara etxera, ha indicado que se ha cumplido el primero de los tres objetivos y que sigue siendo necesarios reclamar que estén libres y en su casa. «Izar, cuya lengua materna es el euskara, seguirá estando a 500 kilómetros de su casa y tendrá que ser matriculada en un colegio de Madrid», ha explicado.