Iraia OIARZABAL
DONOSTIA

Sara Majarenas e Izar, en un piso de acogida de Madrid

Tras la decisión del juez de conceder a Sara Majarenas el segundo grado para que pueda seguir junto a su hija de tres años, la presa donostiarra y la pequeña Izar fueron trasladadas ayer a un piso de acogida en Alcobendas que depende de la prisión de Aranjuez. La próxima semana se decidirá qué régimen de vida se establecerá para Majarenas.

A primera hora de la mañana de ayer Sara Majarenas y su hija Izar fueron trasladadas en ambulancia desde la prisión de Picassent hasta un piso de acogida en Alcobendas. Madre e hija convivían hasta ahora en la cárcel valenciana, donde Majarenas cumplía condena. A partir de ahora vivirán juntas en un centro de acogida después de que el juez de Vigilancia Penitenciaria José Luis Castro decidiera el jueves conceder el segundo grado con un criterio de flexibilidad a la presa donostiarra para que pueda seguir junto a su hija.

La decisión se produjo el mismo día en que la menor cumplía tres años y debía separarse de su madre pues es la edad en la que la legislación penitenciaria establece el límite para que los niños puedan permanecer en la cárcel. En este caso, sin embargo, se dan circunstancias excepcionales debido a la agresión que Izar sufrió por parte de su padre el pasado 15 enero.

Desde entonces, la petición de que madre e hija no sean separadas y de que Majarenas sea puesta en libertad ha sido una constante debido a las secuelas que todavía sufre Izar. La presa donostiarra cumplió los tres cuartos de su condena hace dos años y medio, con lo que su defensa seguirá trabajando la vía de la libertad condicional.

Derechos humanos

Etxerat manifestó en un comunicado su satisfacción por el hecho de que Majarenas y su hija puedan seguir estando juntas. «Esta decisión no es, sin embargo, la que desde la asociación Etxerat hemos defendido desde parámetros de derechos humanos. A nuestro entender, Sara y su hija Izar deben estar cuanto antes en su casa, libres y para conseguir que esto sea realidad vamos a seguir trabajando con ahínco», agregó. La asociación recalcó que más de 5.000 personas salieron a la calle el jueves en apoyo a Sara e Izar y abogó por seguir reivindicando el respeto a los derechos de las personas presas.