A la marcha, convocada por la Iniciativa Araba sin Garoña, se han adherido unos 250 colectivos que han firmado un manifiesto en el que exigen a los partidos que supediten cualquier eventual acuerdo con el Gobierno de Mariano Rajoy a que promulgue una orden ministerial contraria a la reapertura de Garoña.
Tras una pancarta en la que se leía «No reapertura, itxi betiko», los manifestantes han coreado gritos reclamando la desaparición definitiva de la planta nuclear.
Entre los asistentes estaban políticos de todos los partidos con representación en las instituciones alavesas, excepto del PP, cuyos dirigentes se han pronunciado en varias ocasiones en contra de la continuidad de Garoña pero no han participado en la protesta.
Garoña, situada a unos 40 kilómetros de Gasteiz, es la central más antigua del Estado español y lleva parada desde diciembre de 2012 por decisión de Nuclenor (empresa participada por Iberdrola y Endesa), que alegó para ello motivos económicos relacionados con los nuevos impuestos sobre el combustible nuclear.
Pero en 2014 Nuclenor cambió de opinión y solicitó la renovación de la licencia de explotación por 17 años más.
El pasado 8 de febrero el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) emitió un informe favorable a la reanudación de la actividad de la central nuclear si se hacen las inversiones en seguridad exigidas y a partir de ahora es el Gobierno de Mariano Rajoy el que tiene que tomar una decisión sobre su futuro.
La Asociación Profesional de Técnicos de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica (ASTECSN), organización profesional de técnicos del CSN, aseguró que las actualizaciones para mejorar los niveles de seguridad de las instalaciones que se le exigió en abril de 2015 a la titular de la central nuclear como requisito previo par la reapertura no se han llevado a cabo.
La Iniciativa Araba sin Garoña ha reclamado a los partidos que no firmen ningún acuerdo con el PP si este no va acompañado por un compromiso para el cierre de Garoña y ha instado a las formaciones políticas a que dejen de presentar mociones y proposiciones no de ley en el Congreso sobre este asunto y lleven a la Cámara Baja una proposición de ley que obligue al cierre definitivo de la central.
Precisamente el pasado 7 de marzo todos los grupos parlamentarios del Congreso, salvo el PP, aprobaron una proposición no de ley de EH Bildu para exigir el cierre de Garoña, su desmantelamiento y la puesta en marcha de un plan alternativo de reindustrialización de la zona.