La jornada empezó con las palabras de bienvenida del primer edil biarrota, Michel Veunac, que saludó el esfuerzo de la asociación Bake Bidea y el de los participantes tanto ponentes como público para hacer realidad la consecución de la paz.
Entre la asistencia, había numerosas caras conocidas del panorama socio-político de un lado y otro del Bidasoa como la nutrida representación de EH Bildu (Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria, Bakartxo Ruiz, Maddalen Iriarte), EH Bai (Xabi Larralde, Anita Lopepe), de EA, ELA, LAB, y electos como la diputada socialista Sylviane Alaux, el consejero departamental Max Brisson (Republicanos), la consejera regional Alice Leiziagezahar (Verdes) y alcaldes y ediles de diversas localidades y tendencias políticas.
Se palpaba un interés particular en el ambiente debido, a buen seguro, a la expectación que generó el anuncio realizado un día antes por los llamados «artesanos de la paz» que manifestaron que para el 9 de abril, «ETA será una organización desarmada».
Fue uno de ellos, Michel Berhokoirigoin, quien inició la segunda mesa redonda que analizó, precisamente, la iniciativa de Luhuso de la que fue protagonista junto a otras cuatro personas así como la situación creada a posteriori y las previsiones para un futuro próximo.
Comenzó por explicar las razones que les condujeron a implicarse directamente en el desarme: «Éramos conscientes de que el desarme es la llave para desbloquear un proceso atascado y de que también la sociedad civil debía implicarse en ello junto a los demás actores». En sus análisis percibían, además, un riesgo latente; el de la posible reproducción de los métodos violentos. «Si el desarme se realiza en base a la lógica de la humillación, es posible que mañana resurjan otros conflictos», añadió.
Obligados al «segundo paso»
En su opinión, es evidente que después del 16 de diciembre pasado, las cosas ya no son lo que eran: «Luhuso ha hecho que las líneas se muevan incluso a niveles más altos que aquí aunque no sea visible», dijo.
La reacción y el apoyo masivo recibido tras aquella operación policial, lejos de achantarlos les reafirmó en su convencimiento de que hay que tirar más que nunca para adelante. Es por ello que preparan «el segundo paso» anunciado para el 8 de abril para el desarme del arsenal de ETA. Un desarme «total, verificado y sin contrapartidas políticas».
Berhokoirigoin matizó que no se trata de olvidar u obviar otras cuestiones como la del retorno de presos y exiliados, víctimas, etcétera, que está seguro «se pondrán sobre la mesa después de hacer efectivo el desarme».
Aunque no quiso hablar de condiciones, sí puso el acento en determinados «principios» que deben regirlo como el que no haya vencedores y vencidos y que sea «compartido y plural» entre instituciones y sociedad civil «sin jerarquías de un actor respecto al otro».
Aclaradas las premisas, explicó que se plantearon las dos opciones; la de que el Gobierno de París entre en la «vía racional», escuche la demanda mayoritaria y aunque le quede poco tiempo cierre esta cuestión sin legarlo a sus sucesores, «o el plan B». «Es esta segunda opción unilateral la que estamos preparando. (…) Hemos mantenido numerosos encuentros con diferentes actores, electos, organismos… para que sea una iniciativa compartida porque lo que consigamos debe ser un bien común», manifestó antes de insistir en que, ante la falta de respuesta del Estado, han decidido forzar las cosas y hacer público «el día del desarme».
En el turno de preguntas Berhokoirigon no sació el interés en saber en qué se plasmará. «Hoy no puedo avanzar más cosas pero será algo diferente y transparente y cada uno de nosotros podrá participar dentro de sus posiblidades», subrayó.
Silencio «insoportable»
Jean-René Etchegaray, alcalde centrista de Baiona y presidente de la Mancomunidad Vasca, repasó las innumerables interpelaciones realizadas desde la Conferencia de Aiete, en especial al Estado francés, que «solo se han traducido en un silencio insoportable que muestra un desprecio hacia nuestro territorio y sus gentes». Recordó, asimismo, que «ya son tres las generaciones sacrificadas» por el conflicto armado y que es hora de actuar. Por su parte, aseguró que lo hará «por responsabilidad política y moral». «El 8 de abril yo estaré y no estaré solo».
Por su parte, Anaiz Funosas, presidenta de Bake Bidea, insistió en el «reto capital» que supone esta etapa del desarme para abrir otras puertas y animó a la ciudadanía a «ser actora» y a contribuir en ella: «Esta es una etapa colectiva para pasar a otra», afirmó.
Michel Tubiana, presidente honorífico de la Liga de Derechos Humanos, fue el encargado de clausurar el foro. En su alocución aseguró que eran sabedores de que «es más difícil hacer la paz que lanzarse a la guerra» y deploró también que Madrid y París no les hayan escuchado incidiendo en la «irresponsabilidad» de ambos: «Saben la angustia que provocan y los riesgos que toman de dejar cicatrices sin cerrar. Tienen a su cargo la paz civil y rechazan asumirlo».
Contrapuso a esa actitud la capacidad y la legitimidad de la sociedad civil para decir «no, no queremos esto. Reivindicamos nuestro derecho a decir lo que creemos que es lo mejor para la concordia y la paz civil». Finalizó apelando a París a recapacitar y a actuar pero dejando sentado que si no lo hace, «nosotros no nos echaremos para atrás».
«Parte hartze zabalak bake prozesuari zilegitasuna ematen dio», adituen ustez
Gatazken konponbideetan eskarmentu handia duten hiru adituk hitz egin zuten Biarritzeko foroko lehen atalean. Veronique Dudouet, Berlingo Berghof fundazioko programen zuzendariak, batez ere, bake prozesu bat burutzeko eman beharreko pausuak eta alderdi teknikoak aipatu zituen. Munduko hainbat lekutan izan diren hainbat adibide mahai gainean jarri ostean, Euskal Herriarekiko estatuek duten jarrerarekin «harrituta» agertu zen. Gizarte zibilak hartu duen aldebakarreko erabakia, aldiz, «berritzailea eta miresgarria» iruditu zitzaion.
Dudoueten esanetan, armagabetzeak eskatzen duen diskrezioari garrantzia kendu gabe, «gizarte zibilak esku hartzen duen unetik garden jokatzea ezinbestekoa» da. Erakunde armatuek duten erantzukizunari dagokionez, «diziplina mantentzeko gai izan behar dutela» iritzi zion, «bere militanteak atxiki eta disidentziara edo beste talde armatuetara joan ez daitezen».
Bake kulturan eta gatazkaren eraldaketan aditua den Kristian Herbolzheimer-ek, berriz, munduan egoera gatazkatsuak konpontzeko erabiltzen diren kontzeptu unibertsalak testuinguru bakoitzean modu bereizian aplikatzen direla azaldu zuen. Lekuko berezitasunez harago, bere ustez, bada denentzat balio duen premisa bat: «Parte hartzea zenbat eta zabalagoa izan, zilegitasun handiagoa izango du prozesuak, eta transformazio iraunkor bat gertatzeko bermea ere handiagoa izango da».
«Erakunde batek armak utzi eta bizitza zibilera iragateko egin behar duen trantsizioa arrakastaz gauzatzeko» Nazio Batuek proposatzen dituzten kontzeptuak nabarmendu zituen hizlariak, «armagabetzea, desmobilizazioa eta birgizarteratzea» kasu, eta bide batez gogoeta bat egin zuen: «Kontzeptu hauek eboluzio etengabean daude eta leku bakoitzean desberdin aplikatzen dira».
Serge Portelli, Pariseko auzi zibilen epaitegiko lehendakariordeak malgutasuna eskatu zuen. Epailearen iritziz, «Estatu zuzenbidea ezinbestekoa da, baina testuingurura egokitzeko gai izan behar da. Ezin dira, esaterako, ETA eta jihadismoa maila berean jarri».
Epaileak, ez zuen ulertzen «herri oso baten hitzari muzin nola egin dakiokeen», baina jakinarazi zuen, Parisen ere «gauzak aldatu» direla, eta «egun badirela kontaktu iraunkorrak».
Portellik armagabetzearen ostean gauzak aldatuko diren uste osoa du. Izan ere, «epaileentzat armak egotea arazo bat da, zeren hor dauden bitartean ezin dute konfiantzarik izan. Beraz, argudio hori desegiteko berebiziko garrantzia du armarik ez egoteak».Haritz LARRAÑAGA
París reitera que compete a «la autoridad judicial»
Mientras en Biarritz insistían en interpelar al «sentido común» de París, el ministro de Interior, Bruno Le Roux, hizo público un comunicado en el que afirmaba que «solo las autoridades judiciales» están habilitadas para hacerse con las armas de ETA y que la manera de depositarlas no puede «ser objeto de ningún tipo de negociación». «La única solución para un desarme que respete la ley es indicar la localización de esas armas a las autoridades», añadió insistiendo en que «pueden constituir elementos de prueba en el marco de las investigaciones en curso».
Fuentes del Gobierno español se pronunciaron en el mismo sentido nada más conocerse la postura del ejecutivo francés. Recalcaron que el fin de la «violencia terrorista» no puede ser producto de ninguna negociación.A.M.