Diez partidos. Diez. La reconfortante y solvente victoria en Anoeta y la aceptable imagen combativa ante el Madrid a pesar de una derrota hasta asumible, han disparado las opciones del Athletic en el tramo decisivo de la temporada. Esa es la sensación en el entorno rojiblanco y seguramente en el propio vestuario. Porque así lo verbalizan en público no solo los propios jugadores, sino que hasta Ernesto Valverde incide en que los sprints finales se le suelen dar bien a los leones. Prueba de ello es que en las tres últimas campañas con el de Viandar de la Vera en el banquillo, el equipo ha obtenido en dos de ellas 18 puntos y en la otra 16, de los 33 posibles, es decir, en torno a la mitad de los que estaban en juego. Cosecha que le ha servido para meterse tres años en puestos europeos y en esos dos casos en que alcanzó los 18 lo hizo con solvencia.
Repetir clasificación continental por cuarto año consecutivo sería un hito para el club bilbaino, un logro histórico que pasa de manera inexcusable por seguir haciendo de San Mamés un fortín ante Espanyol, Las Palmas, Betis y Leganés. En casa no puede escaparse ni un solo punto ante rivales por detrás en la tabla, y fuera es donde el Athletic va a tener que afianzar esas sensaciones de las que hablábamos antes. Porque el periplo lejos del Botxo no dará tregua una vez que visite a Osasuna y, obligado, se traiga los tres puntos de un Sadar propicio para ello por mucho que sea un derbi y la afición rojilla siempre le tenga especiales ganas de los bilbainos.
El Athletic visitará al Villarreal en un choque con sabor a final, porque los leones tendrán en su mano la posibilidad de poner a su favor el gol average como lo ha hecho ya con la Real Sociedad. La cita en Ipurua será otra de esas para demostrar de qué pasta está hecho uno. Un duelo vecinal en que incluso se estará disputando una plaza europea. La siguiente salida a Vigo no será más fácil, como tampoco la consecutiva a Mendizorrotza, en donde a un correoso y consolidado Alavés se le sumará la querencia entre la hinchada albiazul por ganarle a su particular enemigo en su regreso a Primera. Para despedir la Liga, nada menos que el Vicente Calderón, ante un Atlético que veremos qué se está jugando y que en cualquier caso se jugará despedir al viejo Metropolitano con esa victoria con la que el Athletic no pudo al histórico estadio de San Mamés.
Este es el panorama que tienen los de Txingurri de aquí al 21 de mayo. Una ruta para nada sencilla, con salidas a cada cual más complicada y la obligación de no despistarse en casa. Pero una oportunidad para alcanzar ese objetivo europeo y enmendar una irregular temporada en cuanto a resultados y juego.
Real y Villarreal
El Athletic dependerá de sí mismo pero también mirará estas próximas semanas de reojo a sus dos principales rivales como son Villarreal y Real. El partido ante los levantinos tendrá seguro su trascendencia cara a la clasificación final, pero no será el único en el que el ‘Submarino amarillo’ se las verá con un duro hueso. Visitará Mendizorrotza, El Calderón, Camp Nou y, en la última fecha, Mestalla. Serán sus citas más embarazosas.
Un calendario también con algunas tachuelas de primera categoría el que tiene por delante la Real, el mejor posicionado a fecha de hoy pero a la que las dudas que rodean su juego quién sabe si influirán más que el propio potencial de sus rivales. Los de Eusebio Sacristán tienen entre sus partidos más afilados el del Atlético en feudo colchonero, la visita al Barcelona, el Sánchez Pizjuán, Mestalla y la despedida en Balaídos.
Como se observa, con permiso de Eibar o Alavés que les vienen pisando los talones por si alguno se descuida, las respectivas hojas de ruta de Athletic, Real y Villarreal tienen parecida dificultad en cuanto a equipos de ‘pedrigí’, porque como todo el mundo sabe, de aquí al final, la lucha por la permanencia ahoga tanto que los implicados se aferran a la salvación con uñas y dientes. Diez jornadas donde todavía nada está decidido.
El gol de córner, más mérito visitante que error local
Tres minutos transcurridos desde el empate de Aduriz ante el Madrid. Córner favorable a los visitantes. Las estadísticas revelan que algo más del 50% de los saques de esquina de los merengues se ejecutan al primer poste, un 26% en corto y un 22% al segundo palo. Kroos pone en juego la pelota y a esa primera posta entran a rematar, por este orden, Bale, Ronaldo y Ramos, a los que siguen hasta cinco jugadores rojiblancos, con Yeray y Laporte tratando de frenar al capitán. El portugués peina y en el poste contrario Casemiro, totalmente solo, marca. Lo admitió luego Ernesto Valverde, «cuando hay una peinada todo el mundo se descoloca». Pero da la impresión de que conociendo incluso ese 50% de córnes al palo corto, la entrada al mismo de esos tres futbolistas blancos se antoja casi imparable de defender. No en vano, el Madrid hace gol cada seis córners, el equipo de la Liga que mejor promedio tiene. Y al contrario, no ha encajado ninguno desde la esquina, ante un Athletic que todavía no ha marcado en esta jugada de estrategia.J.V.