Iker Bizkarguenaga

Melodías para cantar, bailar, correr y vivir

Otxandio se prepara para acoger el jueves el inicio de la vigésima edición de Korrika, una iniciativa insólita en su gestación que se ha convertido en la mayor movilización social en un país donde echarse a la calle es norma. Una pequeña locura que cuenta con banda sonora propia, canciones que nos han acompañado no solo cuando apresurábamos el paso tras una furgoneta de AEK sino también cuando acelerábamos los corazones en esa carrera que es la vida.


Korrika 1 (1980)

Bat korrika, bi korrika, milaka korrikari…». Es posible que las lectoras y lectores más jóvenes no sepan cómo continúa la estrofa, pero a otros muchos seguro que les saldrá de carrerilla. Es el inicio de la canción de la primera Korrika y es también el principio de una historia que ha legado varios hits al imaginario colectivo de Euskal Herria. Ritmos y letras que en algunos casos han quedado anclados en nuestra memoria, aunque casi cuatro décadas después también hay quien refuta la tesis y cree insólito que a estas alturas se siga haciendo una nueva para cada edición. Con todo, habrá poca gente en nuestro país a la que alguna de estas composiciones no le evoque recuerdos, sentimientos, esperanzas o añoranzas. Porque de una forma u otra, ya forman parte de la banda sonora de nuestra existencia.

Y eso que la primera llegó casi de chiripa. Xabier Amuriza, su autor, explica que los organizadores no cayeron en la cuenta de que hacía falta una canción que acompañara a esta inédita carrera casi hasta la víspera. «Empezaba el sábado y creo que me llamaron el jueves», recuerda el veterano bertsolari, que por aquel entonces no rondaba lejos de la organización. «Les respondí que a ver cómo iba a hacer yo una canción de un día para otro», detalla, para destacar a renglón seguido que en nuestro país son muchas las iniciativas que han salido adelante del mismo modo.

Así que se puso manos a la obra. Adoptó el ritmo de una de las melodías compuestas para el disco “Gogor”, un trabajo clandestino editado en 1968 al calor del movimiento de sacerdotes del mismo nombre, y le puso letra. «Recuerdo que poco antes se celebró la campaña ‘Bai Euskarari’ con un festival multitudinario en San Mamés (fue el 17 de junio de 1978), y de ahí salió la idea. Y parece que quedaron conformes», señala Amuriza. Entre el viernes y el sábado por la mañana grabaron en un estudio de Basauri, «de una forma bastante primitiva», y hasta hoy. Todo un bombazo. «No imaginábamos el recorrido que iba a tener, no solo la canción, sino la propia Korrika» apunta el zornotzarra, que 27 años más tarde portó el testigo acompañado de su hija Miren en Iruñea.

Primera edición accidentada. Lo cierto es que aquel otoño de 1980 –se celebró entre el 29 de noviembre y el 7 de diciembre– no era fácil aventurar que casi cuatro décadas después Korrika sería la mayor movilización popular y la que cuenta con una adhesión más plural en este pueblo. Esa primera edición tuvo que hacer frente a todos los elementos, desde los meteorológicos, pues la nieve acompañó buena parte del recorrido, hasta los imponderables, como el extravío del mensaje, una carta remitida por Rikardo Arregi a Euskaltzaindia en 1966. Precisamente, a falta de texto original, el discurso que puso broche a la carrera en las calles de Bilbo, con mención a presos y torturados, fue excusa para que algunos partidos e instituciones (PNV, PSOE, Lakua, ETB, delegación del Gobierno español…) boicotearan a Korrika en las siguientes ediciones y durante bastante tiempo.


Korrika 2 (1982)

 


Korrika 3 (1983)

 


Korrika 4 (1985

 


Korrika 5 (1987)

Sin embargo, la aventura siguió su curso, y lo hizo acunada en su primera década por composiciones con el sello de grupos y solistas como Akelarre (1982), Egan (1983), Lontxo Aburuza (1985), Oskorri (1987), Xanti eta Maider (1989) e Irigoien anaiak eta Mikel Erramuspe (1991). Cada uno puso su impronta, y es difícil encontrar un patrón musical definido, pues hay algunas terriblemente marchosas y otras mucho más pausadas, pero la mayoría exhibía una letra que acompañaba al complicado contexto de la época. El título “Gu AEK-koak gara” de la canción de 1989 es elocuente.


Korrika 6 (1989)

Las dos primeras, con los carismáticos Anje Duhalde y Xabier Saldias al frente de sus grupos, fueron muy exitosas, mientras Aburuza le cambió el tempo por completo y compuso una larguísima canción a capella que es una delicia para los oídos. El trabajo de Oskorri, un endiablado trabalenguas sin pausa, también anduvo de bote en bote, mientras Xanti eta Maider firmaron la antes citada declaración de amor a la coordinadora a ritmo de “Egun da Santi Mamiña”. Irigoien anaiak eta Mikel Erramuspe, con una pieza folk que se asemeja a las canciones populares irlandesas, pusieron el cierre al primer ciclo de la carrera.


Korrika 7 (1991)

Reconocimiento general. Los intentos de boicot no surtieron efecto y Korrika fue cosechando éxitos de organización y asistencia. La mayoría de los opositores se rindió a la evidencia entrados los 90, una década que dejó algunas de las sintonías más coreadas en todo este tiempo. Es el caso de “Aide Korrika”, firmada por Tapia eta Leturia en 1993 y que supuso un salto cualitativo. «Para nosotros, por supuesto, fue un reto hacer una canción que iba a recorrer toda Euskal Herria», apunta Joseba Tapia, quien explica que en aquella época tanto él como Xabier Berasaluze, Leturia, escuchaban mucha música de Louisiana (Clifton Chenier, Bucweat Zydeco, Boozo Chavis…) y que intentaron darle ese estilo a la letra de Jon Sarasua. Fue aclamada por el público –hoy hablaríamos de fenómeno viral– y mucha gente ve en “Aide Korrika” «la canción de Korrika». «Te imaginas a la gente cantando y corriendo, había que hacer una canción que sonara continuamente desde los altavoces de la furgoneta y que te animara a correr», indica el trikitilari lasartearra, quien añade que «igual que el acto [Korrika] une fiesta y reivindicación, la canción debe acompañar a esa idea. No suele ser el mejor lugar para hacer experimentos o probar cosas raras». Tapia admite tener bellos recuerdos de todo aquello y remarca que, «sin duda», este año también participará en la carrera por el euskara.


Korrika 8 (1993)

La de 1993 fue además la primera edición con vídeo oficial de la canción, lo que ayudó mucho a su difusión, y se produjo otra gran novedad organizativa, como fue la puesta en marcha de Korrika Kulturala. Antes también se hacían numerosos actos culturales en torno a la carrera, pero Korrika Kulturala inició su andadura oficial en esa octava edición.


Korrika 9 (1995)

En la novena, la interpretación fue coral, con la participación de algunos de los artistas más conocidos de la escena vasca. Alex Sardui, frontman de Exkixu en aquella época, fue uno de los que pusieron voz a la música compuesta por Kepa Junkera con letra de Edorta Jiménez. “Bizi ganoraz” es otra de las top del ranking de popularidad, recibida con alborozo entre la chavalería de entonces. «Supongo que la idea de juntarnos a todos fue de Kepa», rememora el cantante gernikarra sobre una fórmula que luego se ha repetido en más de una ocasión, por ejemplo en las dos últimas ediciones. Sardui tiene muy buenos recuerdos de aquella grabación. «Fue muy divertido e hicimos buenas migas, por ejemplo con Alaitz eta Maider, con Gorka (Sarriegi) de Sorotan Bele, lo pasamos muy bien», señala, apostillando que todavía hoy hay quien le recuerda aquella experiencia. Lo cierto es que aquella melodía, justo en mitad de los 90, destilaba buen rollo a raudales. Ese año Mikel Laboa fue la persona elegida por AEK para ser homenajeada, y su llegada con el testigo a la plaza de la Virgen Blanca de Gasteiz, abarrotada hasta los topes, para recorrer los últimos metros constituye uno de los momentos icónicos de esta movilización popular. El propio Laboa regalaría años después su voz característica a la canción de Korrika, junto a Ruper Ordorika.



Korrika 10 (1997)

Pero antes, Gozategi siguió en 1997 la estela de sus predecesores con una propuesta alegre, “Euskal Herria Korrika”, aventada por la trikitixa, y los hermanos Muguruza, Iñigo y Fermin, protagonizaron la transición entre décadas, siglos y milenios. De la mano de Joxe Ripiau, el menor de los hermanos cambió de tercio y de instrumentos, pasando del acordeón diatónico a la percusión con unos ritmos cálidos, muy del estilo de aquel grupo que tenía una capacidad innata para ponernos el cuerpo bailongo. “1 eta 1” se llamó la pieza compuesta para 1999, la última del siglo XX.


Korrika 11 (1999)

Y Fermin Muguruza entró en el nuevo siglo con “Big Beñat”, con ritmo trepidante y una letra que exploraba nuevos terrenos, como la globalización, la uniformización y, frente a ello, la filosofía del Think global, act local. Nuestro cantante más internacional compuso una canción acorde al lema de aquella edición de Korrika, que era “Mundu bat euskarara bildu”.


Korrika 12 (2001)

“Big Beñat” es también una de esas canciones que recordamos fácilmente solo con oír el título. Muguruza explica que la idea llegó de la iniciativa adoptada por un grupo de amigos suyos de Ipar Euskal Herria, que como contraposición satírica al Big Mac de McDonalds idearon el Big Beñat, un bocata con productos locales. «Tirando de esa idea –señala– inventé al antihéroe en misión especial». Recuerda que «aquella fue la primera Korrika del siglo XXI, y quise destacar tanto retos individuales como colectivos. La idea era romper con humor con algunos estereotipos, señalar que el euskara no tiene fecha de caducidad» en un contexto en el que «las reflexiones sobre la globalización y la homogeneización cultural estaban en boga».


Korrika 13 (2003)

El músico de Irun tiene también un muy buen recuerdo de todo aquello: «El proceso de grabación fue maravilloso, igual que el modo en que la gente respondía en el directo, así como la grabación del videoclip con Asier Altuna Kixi y Telmo Esnal como directores». «Korrika trabajó una nueva estética en esa edición y el video fue reflejo de aquello», apostilla, para citar, cuando se le pregunta por una partitura que le haya marcado especialmente, la de Afrika Bibang en 2005, con música electrónica, jungle y toques de ragga. «Aquella canción –evoca– colocó al euskara en la pista de baile global».


Korrika 14 (2005)
Korrika 15 (2007)

Preguntado por cómo vive él la carrera por el euskara, cita la letra de la canción “Black is Beltza”, donde a través de la metáfora de los gigantes de Iruñea señala que «si estamos quietos, estamos muertos; pero si estamos en movimiento y bailando, somos invencibles».

¿Mejor una única canción? Cuando parecía que Korrika iba a ir siempre unida a melodías bullangueras y alegres, llegó la edición número 13 y con ella un cambio de registro de 180 grados. Mikel Laboa y Ruper Ordorika cantaron al alimón la letra compuesta por Igor Elortza, con música de Bingen Mendizabal, en el que es probablemente el tema más hondo y entrañable de la serie: “Gero bat gaurdanik”. Los organizadores de la carrera quisieron homenajear en 2003 al movimiento “Ez dok hamairu” y a toda la generación que entre la década de los 60 y 70 revitalizó la cultura vasca, con el propio Laboa como uno de los principales exponentes. Ordorika recuerda que fue el cantautor donostiarra quien le embarcó en esa pequeña aventura, y destaca que ambos pasaron una jornada muy bonita de grabación. Pero el músico de Oñati traslada también una reflexión que sacude un poco la idea de este reportaje pero que tiene su lógica y sentido: «No entiendo por qué no se elige una canción para que en cada edición se haga una versión de la misma. Así sería mucho más fácil que la gente la aprendiera y que la relacionara con la movilización. Porque no es solo Korrika, cada año hay un montón de iniciativas, fiestas de las ikastolas, de la escuela pública, y cada una tiene su canción, y cada año es una diferente. Son seis o siete canciones cada año, me parece que es una dinámica mecánica que no tiene mucho sentido», señala Ordorika, añadiendo que una misma pieza podría en todo caso permanecer unos cuantos años «y cuando se agote, se cambia».


Korrika 16 (2009)

«Una de las características, probablemente la principal, de un himno es que es siempre el mismo», concluye, dejando la reflexión encima de la mesa. Y lo cierto es que, cuando evocamos una sintonía de Korrika, ¿cuál recordamos? ¿La más reciente, o la que tiene un significado especial para nosotros por algún otro motivo? Porque éramos jóvenes, porque en aquellas fechas conocimos a nuestras parejas, porque empezamos la Universidad… ¿Recordamos la de la última edición? Deberíamos, es muy bonita, pero…


Korrika 17 (2011)

Y, sin embargo, esta interesante reflexión de Ruper Ordorika es compatible con otra que hace Ines Osinaga, cantante de Gose, que en 2011 interpretó “Pausoz pauso euskalakari”. «Hacer la canción de Korrika es también una gran suerte y una oportunidad para un grupo como el nuestro. Nos permitió acceder a espacios de la escena musical a los que hasta entonces no llegábamos, nos escuchó gente que probablemente en ese momento no nos conocía», explica. Los componentes de Gose, cuya aportación es muy de su estilo, conjugando trikitixa y ritmos modernos, tuvieron claro que su recorrido no se agotaba con la carrera a favor del euskara y la incorporaron a su repertorio en directo. «La hemos tocado en muchos conciertos, tanto aquí como fuera. De hecho, cuando hemos andado por el Estado he explicado de dónde viene la canción, qué es Korrika y decía que es la única manifestación en la que participamos todos juntos y con una sonrisa», señala la cantante de Arrasate, quien recuerda que fue Edurne Brouard quien le llamó para proponerle esa colaboración. «Me quedé pálida. Es un honor pero también un reto y una responsabilidad, sabes que vas a ser juzgada, que tu canción se va a convertir en patrimonio de toda Euskal Herria, que se va a cantar en las ikastolas, en los euskaltegis y que todo el mundo va a opinar. Y eso desde el punto de vista del proceso creativo es una faena», apostilla entre risas Osinaga, para quien Korrika ha tenido y tiene gran importancia en su vida profesional y también en la personal.

De todos modos, antes de Gose fue el turno de Afrika Bibang, que hemos citado anteriormente, en 2005, Niko Etxart y El Drogas, en 2007, y Betagarri en 2009.


Korrika 18 (2013)

Afrika, muy conocida de su paso por Etsaiak en los años 90 y por su colaboración con Fermin Muguruza en Brigadistak Sound System, había publicado el disco “Entzun” en 2004, y al año siguiente interpretó la canción oficial de Korrika 14, que unió Orreaga y Bilbo. La vocalista de Algorta, exalumna de AEK, le dio a “Ni ere bai” un estilo personal, cálido y muy bailable.

Dos años más tarde, dos gigantes del escenario como Niko Etxart y Enrique Villarreal, “El Drogas” dejaron claro que artistas de Altzürükü y la Txantrea pueden maridar perfectamente. “Heldu” se llamó la banda sonora de aquella edición número 15, de igual lema, con bastante guitarreo y una letra que hacía mención al bertso de Xalbador “Herria eta hizkuntza”. Ese año se homenajeó a la mujer, por su papel fundamental en la transmisión del euskara entre generaciones.

En 2009, la maratón por el euskara regresó a Gasteiz y, como ocurrió en 1995, cosechó un éxito de asistencia apabullante, con una Virgen Blanca incapaz de acoger a las miles y miles de personas que asistieron a la fiesta final. No podía ser de otra forma: el trabajo recayó ese año sobre un grupo gasteiztarra, Betagarri, que en “Ongi etorri laguna” recuperó los acordes más alegres.

En 2013, Esne Beltza cogió el testigo que había portado Gose dos años antes, manteniendo su estilo habitual, con la trikitixa por supuesto presente y música bastante cañera, con guitarras y vientos, e incluso hay momentos en los que la canción adopta un aire skatalítico que invita a sacudir las piernas. Los de Xabi Solano, con “Bagoaz”, han sido hasta el momento el último grupo que se ha encargado de hacer la canción de Korrika, pues tanto en 2015 como en esta edición de 2017 diversos músicos y cantantes se han reunido expresamente para tal motivo.


Korrika 19 (2015)

En 2015, varios artistas vinculados a AEK hicieron una versión ad hoc de “Sautrela”, con la que Oskorri musicó la letra de Gabriel Aresti, quien se basó a su vez en el verso con el que Beñat Etxepare cerró en 1545 “Linguae Vasconum Primitiae”. «Euskara da kanpora eta denok Korrikara», comienza la tonadilla que acompañó al testigo desde Urepel hasta Bilbo.

Aires de circo. Este año Uxue Alberdi ha puesto letra a la música de Xabier Zabala, que tiene una sonoridad balcánica preciosa. “Zirkorrika” se llama esta canción interpretada también por un buen número de artistas, tanto en las voces como con los instrumentos. En el videoclip, que nos invita a que lo veamos una y otra vez, participan la joven cantante mallabiarra Izaro, el beratarra Petti, Miren Narbaiza, de Napoka Iria, Jurgi Ekiza, vocalista de Willis Drummond, y Oihana Fernández, cantante del grupo iruindarra Afu. Junto a ellos, los integrantes de Jarauta 69 y de Oreka Tx, entre otros. «Cuando escuché la música de Xabi Zabala vi muy claro qué es lo que pedía: un circo», explica Uxue Alberdi al preguntarle por la letra de la canción. Se trata de una melodía muy alegre «que se aprende casi sin querer, es muy bailable, juguetona, titiritera, que creo que va a gustar tanto a mayores como a niñas y niños», apostilla la escritora de Elgoibar, para añadir que «me ha salido una canción muy ‘ilusionista’», en referencia a una letra llena de «-istak» y que su hija de cinco años de edad ensaya sin descanso.

Como ella, en los próximos días y semanas miles de personas entonarán su melodía, muchas de ellas lo harán mientras corren tras una furgoneta (o delante, o a los lados...) y dentro de diez, veinte o 37 años, algunos recordarán que, al calor de esa canción, dieron su primer beso, hallaron el amor de su vida, hicieron la mayor de las parrandas, nació su hijo o encontraron el ánimo necesario para seguir haciendo malabares en este circo al que nos asomamos cada mañana.


Korrika 20 (2017)