Según sostienen los trabajadores de la empresa responsable del transporte urbano comarcal, estas agresiones «se vienen produciendo con frecuencia», la última el pasado 31 de marzo.

Fue sobre las 22:40 horas cuando un conductor pidió la presencia de la Policía Municipal al estar siendo insultado por un menor que había subido al autobús en Sanduzelai y al que le había retirado el bonobús por corresponder a una persona jubilada.

Según la versión del chófer, al solicitar la presencia policial el chico y sus amigos se bajaron del vehículo corriendo pero de forma inmediata volvieron a la puerta delantera para amenazarle mientras intentaban sin éxito coger las monedas que llevaba en el cajón de los cambios.

Finalmente los chavales se alejaron del lugar, aunque poco después fueron localizados por los agentes locales que habían sido movilizados.

Esta mañana en una concentración ante la Mancomunidad de Iruñerria, adjudicataria del servicio de transporte urbano, los conductores han mostrado su rechazo a estas agresiones, y por la tarde está previsto que hagan saber su malestar al conjunto de la ciudadanía con otra concentración prevista en la plaza de las Merindades.