Alberto PRADILLA

Incógnitas sobre la renovación de Podemos-Ahal Dugu Nafarroa

El proceso de renovación de Podemos-Ahal Dugu Nafarroa se abre con la incógnita de quién aspirará a liderar el partido, la certeza de que, al menos por ahora, la participación en el cambio plural está garantizada, y el debate sobre alianzas de cara a 2019.

El proceso de renovación de Podemos-Ahal Dugu Nafarroa se abre con muchas incógnitas, movimientos entre bambalinas, y sin que nadie se postule todavía de forma clara para sustituir a Laura Pérez Ruano al frente del partido. Ni siquiera la actual secretaria general de la formación de Pablo Iglesias ha avanzado si tratará de mantenerse en el poder o dará el relevo. Hay margen hasta el 2 de mayo, cuando se oficialicen las candidaturas. Los posibles aspirantes prefieren no mostrar sus cartas, aunque el manifiesto 20 de marzo, firmado por Eduardo Santos (diputado en Madrid) y Ainhoa Aznárez (presidenta del parlamento de Nafarroa), es interpretado como germen de una candidatura alternativa.

El interés del proceso interno no se limita los fieles a Podemos, ya que la irrupción del partido morado fue clave para lograr el cambio en 2015. Recordemos que, en febrero de 2015, Pérez dio la sorpresa al imponerse a Joan Josep Bosch, aspirante apoyado por la cúpula de Madrid. Entonces las posiciones se debatían entre el apoyo a un cambio plural (con presencia de EH Bildu, a quien en el Estado se estigmatiza) o dejar abierta la puerta a un «agostazo» en versión morada que dependería de los intereses a nivel estatal de un «asalto a los cielos» que no llegó, pero con el que se soñaba en aquellos tiempos.

Mucho ha llovido desde entonces y los términos de la discusión actual son otros. Parece que el proceso se centrará más en el quién que en el cómo, dando por hecho que no existe ninguna candidatura que se arrepienta del apoyo otorgado al Ejecutivo de Uxue Barkos. Por el momento, tanto Pérez como el manifiesto de Santos y Aznárez abogan por «liderar» el proceso de cambio en Nafarroa. Es decir, ubicar a Podemos como la primera de las fuerzas que sostienen el cuatripartito. Un planteamiento partidista pero lógico (¿qué partido no aspira al liderazgo?) que habrá que ver cómo afecta a un modelo plural como el del Gobierno foral. Fuentes internas creen que, se imponga quien se imponga, la línea seguirá igual hasta 2019, lo que descartaría un alejamiento «controlado» del cuatripartito para presentarse como alternativa. No es lo mismo gobernar que apoyar desde fuera un Ejecutivo y se hace el cálculo de que no se ha producido un desgaste que lo justifique. Otra cuestión es el tipo de mayorías que se quieren construir a partir de 2019.

Pérez Ruano siempre ha rechazado pactar con el PSN, a quien ubica con UPN y PPN dentro del antiguo régimen. El documento de Santos y Aznárez, sin embargo, menciona únicamente a los de Esparza. ¿Un olvido o una pista sobre planes futuros? No hay respuesta al otro lado. No es ningún secreto que han existido voces tanto en Podemos como en Geroa Bai que han soñado con sustituir a EH Bildu por un PSN blanqueado. Por ahora no les han dado los números. Habrá que esperar al debate interno para conocer las posiciones. Eso, si finalmente concurren dos listas, lo que no está claro.

Por el momento solo hay rumorología. Que Santos y Aznárez (junto a 40 firmantes más) presentasen el texto un día después de que se convocasen las primarias, a las puertas de Semana Santa y sin Pérez entre los firmantes permite aventurar que es el germen de una lista. Más aún cuando el diputado forma parte de los cercanos a Pablo Iglesias, junto a su compañera Ione Belarra o la senadora Idoia Villanueva. El movimiento también ha generado rechazo entre sectores que critican juegos a las espaldas de la actual líder. Tras Vistalegre II, llega su versión foral.