Dabid LAZKANOITURBURU

Partidos y movimientos franceses buscan su brújula tras las presidenciales

La primera y la segunda vuelta de las presidenciales ha supuesto tal seísmo que ha dislocado todo el mapa político, desde los partidos hasta los movimientos de nuevo cuño, pasando por las alianzas.

Mientras el presidente electo, Emmanuel Macron, volvía a coincidir en un acto con el presidente saliente, François Hollande, con motivo de la conmemoración de la abolición de la esclavitud, los partidos políticos y los nuevos movimientos surgidos con fuerza tras las presidenciales encaraban un dramático proceso de recomposición interna y de sus alianzas con otras formaciones.

El controvertido alineamiento del exprimer ministro Manuel Valls al proyecto presidencial de Macron coincide con la retirada temporal de la política de Marion Marechal Le Pen, con la crisis abiertamente existencial del PS y con la ruptura del pacto de La Francia Insumisa, de Jean-Luc Mélenchon, con los comunistas del histórico PCF. Todo ello sin olvidar rumores sobre la nominación por parte de Macron de un primer ministro de izquierda o de derecha.

Vayamos por partes. El anuncio de Valls fue respondido ayer, con 24 horas de retraso, con el inicio del procedimiento de expulsión del ex primer ministro de origen barcelonés.

No acaba ahí la cosa y, a 24 horas de anunciar sus candidatos a las 577 circunscripciones de las legislativas, el movimiento La República en Marcha de Macron aseguraba ayer que «a día de hoy no cumple los criterios de aceptación» para ser candidato por Evry, ciudad del extrarradio de París de la que fue alcalde.

El primer secretario del PS, Jean-Christophe Cambadélis, quien vaticinó que su expulsión puede durar días o semanas, auguró que Valls puede quedar al final sin ningún apoyo.

El problema para Cambadélis es que Valls podría ser expulsado de un partido que para entonces incluso ya no exista.

El PS lanzó ayer oficialmente su campaña a las legislativas ante la exasperación de un primer ministro saliente, Bernard Cazeneuve, que ve cómo el partido se disuelve en sus manos.

El hundido candidato del PS a las presidenciales, Benoït Hamon, anunció ayer la creación de un movimiento para «regenerar la izquierda» tras las elecciones legislativas.

Tampoco le va bien a la izquierda. La Francia Insumisa, liderada por Mélenchon –quien anunció que se presentará como candidato, posiblemente por Marsella– presentará candidatos propios tras la ruptura con el PCF. Los comunistas exigían elegir parte de los candidatos y la reelección de sus actuales siete diputados en la Asamblea.

En el Frente Nacional, la retirada de la política de la nieta y sobrina de los Le Pen, justificada por su voluntad de dedicar tiempo a su hija de dos años, no oculta la lucha de influencias en la extrema derecha tras el incumplimiento de las expectativas de las presidenciales.

Para terminar, exdiputados del PS y de Los Republicanos suenan para la jefatura del Gobierno de Macron.